En un ambiente teñido de crispación y tensiones políticas, el Congreso de los Diputados está preparado para ser testigo de una segunda votación crucial, la investidura de Alberto Núñez Feijóo, líder del PP, está nuevamente en el limbo. Tras el desenlace infructuoso del pasado miércoles, Feijóo emprende otro intento por asumir la presidencia del Gobierno, esta vez requiriendo solamente la «mayoría simple» de los votos.
La atmosfera en el Congreso sugiere que el resultado podría inclinarse nuevamente hacia el rechazo, reflejando las declaraciones previamente anunciadas por los distintos grupos parlamentarios. A pesar de esta tendencia desfavorable, un debate conciso precederá la votación, con participación de los diversos grupos políticos, y tiempos de intervención rigurosamente delimitados.
Francina Armengol, la presidenta del Congreso y miembro del PSOE, ha indicado que el segundo pleno de investidura comenzará a las 12.15 horas. Será Alberto Núñez Feijóo quien inaugure el debate, disponiendo de diez minutos para expresar sus argumentos, pero «ya no podrá establecer ningún ‘cara a cara’ con sus interlocutores.»
Después de Feijóo, los representantes de los grupos, ordenados de mayor a menor, tendrán la palabra, concluyendo con el PP. Los partidos serán PSOE, Vox, Sumar, ERC, Junts, Bildu, PNV, BNG, CC y UPN. Tras las intervenciones, los diputados procederán a la «votación por llamamiento», pronunciando sus votos de viva voz desde sus escaños, y los últimos en votar serán los miembros del Gobierno en funciones y los de la Mesa de la Cámara. Según la Constitución, esta votación no podrá efectuarse antes de las 13.22 horas, respetando el margen de 48 horas post debate.
Una vez concluida la votación, Francina Armengol comunicará los resultados al rey Felipe VI, trasladándose al Palacio de la Zarzuela. Si Alberto Núñez Feijóo no obtiene la victoria, el escenario político podría complicarse aún más. La Constitución permite tramitar «sucesivas propuestas de aspirantes» a presidente hasta que pasen dos meses desde la primera votación, fijando un plazo máximo hasta el 27 de noviembre. Si ningún candidato es avalado por la Cámara Baja dentro de este período, se procederá a la disolución de ambas Cámaras y se convocarán nuevas elecciones para el 14 de enero, un escenario que se vislumbra cada vez más probable dada la actual situación política.
Feijóo no alcanza la mayoría absoluta en la primera votación de investidura