El Partido Popular de Cataluña sigue su propia travesía en el desierto que ya dura varias legislaturas. Atrás quedaron los 18 diputados en el Parlament obtenidos con la candidata Alicia Sánchez-Camacho en 2010 (tercera fuerza) y los 473 concejales conseguidos tras los comicios de 2011. Ahora, los conservadores tienen sólo tres escaños en la cámara autonómica liderados por Alejandro Fernández desde 2018, menos de 200 concejales, cuatro diputados en la Diputación de Barcelona y seis diputados en el Congreso (en 2011 fueron 11). Y parece que ahí está el problema y el presidente del partido a nivel nacional, Alberto Núñez Feijóo, lo tiene claro. Relevo y nueva etapa.
Si el PP no mejora los resultados en Cataluña es complicado amarrar una mayoría amplia que provoque un cambio de inquilino en La Moncloa sin depender de Vox. Hablamos de más de 5,6 millones de personas que pueden votar, de los que unos 4,2 millones ejercen el derecho de sufragio en la provincia de Barcelona. Es un granero de votos demasiado amplio que no se puede desdeñar e igual de amplio es el margen de mejora de los ‘populares’. Tienen de tiempo hasta la primavera de 2025, si es que el president Pere Aragonès no adelanta las elecciones.
Y ¿en quién piensa Feijóo? Tampoco hay muchas opciones. Y menos tras la crisis abierta con el PP de Girona, donde algunos dirigentes han pedido explicaciones sobre gastos y al no recibir respuesta han enviado una carta a Génova para que ponga orden, tal y como contó The Objective este fin de semana. Candidatos preparados, con formación académica, años de política a las espaldas, experiencia en la empresa privada, con discurso moderado y sin manchas conocidas en su hoja de servicio por casos de corrupción. ¿Dónde poder ‘pescar’ un perfil de esas características? En una plaza en la que el PP recibe más apoyos. Y la fórmula tras despejar la x de la ecuación es clara: el alcalde de Castelldefels, una localidad costera de 67.000 habitantes, destino de miles de veraneantes nacionales e internacionales. Se llama Manuel (Manu) Reyes y, además de asumir la vara de mando del consistorio, es portavoz de su grupo en la Diputación de Barcelona.
Cuatro carreras y un máster
Manuel Reyes López tiene 47 años. Nació en Barcelona en 1976. Es licenciado en Derecho, en Administración y Dirección de Empresas y diplomado en Ciencias Empresariales por la Universidad Oberta de Catalunya. También es ingeniero técnico de Telecomunicación por la Universidad Ramón Llull y ha cursado el máster en Asesoría Fiscal y Dirección Tributaria (EAE/UPC) y un programa en Liderazgo de la Gestión Pública (IESE). De su experiencia en la empresa privada cabe destacar empleos en el sector bancario, industria siderúrgica y consultoría.
Como cargo electo, lleva 16 años cobrando sueldos públicos en política. En 2007 empezó como concejal en su localidad, Castelldefels. Fue alcalde durante un mandato, entre 2011 y 2015. Además, tiene experiencia autonómica como diputado del Parlament de Cataluña en dos etapas no consecutivas: entre 2012 y 2015 y entre 2020 y 2021. Al igual que en el presente, fue diputado provincial en la Diputación de Barcelona entre 2015 y 2019. A nivel orgánico, es el presidente provincial del PP en Barcelona, según la biografía oficial de Reyes consultada por Estrella Digital. Reyes ha sido jugador en categorías inferiores con el CF Badalona y la UE Gramenet.
En 2022 cobró 19.151 euros brutos en concepto de asistencias a los órganos de Gobierno como alcalde del Ayuntamiento de Castelldefels. Este año tiene previsto un máximo fijado en 28.569 euros. Reyes opta por percibir el sueldo público de mayor cuantía como diputado provincial ya que no se pueden cobrar dos sueldos públicos a la vez en España, aunque sí está permitido un sueldo y dietas o una indemnización por asistencia de otros entes públicos. Reyes es portavoz de su grupo en la Diputación y percibe 14 pagas anuales de 6.368 euros. Son 89.157 euros anuales, rozando los 90.010 del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Con una paga extra completa, ya para junio y diciembre del año que viene, sus ingresos se duplican: unos 12.700 euros.
Según su declaración de bienes y rentas, tiene una vivienda comprada en 2010, con hipoteca, cuyo valor catastral escriturado es de 215.934 euros. También dispone de dos locales adquiridos en 2006 y 2009 con un valor de 69.996 y 87.500 euros respectivamente. En 2014 compró un vehículo Mini Cooper y en 2018, una motocicleta Vespa Primavera. Reconoce un saldo que supera los 40.000 euros en seis cuentas corrientes.
En su declaración de registro de intereses Reyes refleja que antes de ser alcalde en junio de este año era asesor en la Diputación de Barcelona y consejero en el Consell Comarcal del Baix Llobregat. El consistorio tiene a 10 personas contratadas como personal eventual. El jefe de Gabinete de Reyes cobra 57.746 euros anuales y nueve asesores técnicos, 45.934 euros cada uno. Todos con dedicación exclusiva.
Carles Torrijos
Fundador y director de Sueldos Públicos