El Partido Popular (PP) ha manifestado, con una dosis de sarcasmo, su «sorpresa» tras enterarse del pacto entre el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y Sumar, cuya alianza tiene como objetivo asegurar la investidura de Pedro Sánchez como presidente, un asunto que, según el PP, «tenía en vilo a los españoles durante las últimas semanas».
El acuerdo propone medidas significativas como la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas sin disminuir salarios, el aumento del salario mínimo interprofesional, la extensión de permisos por nacimiento y fortalecer el sistema de salud para minimizar las listas de espera.
Desde el PP se ha resaltado con cierto sarcasmo la habilidad de Yolanda Díaz en las negociaciones: «Una vez recuperados de la sorpresa que ha supuesto para el PP el acuerdo entre PSOE y Sumar, desde el PP queremos poner en valor la capacidad negociadora de Yolanda Díaz, que hasta el último momento se ha mostrado inflexible y totalmente dispuesta a dejar de ser vicepresidenta y pasar a la oposición con tal de no renunciar a sus férreos principios y a que prevalecieran en su pacto con los socialistas».
Ahora corresponde a Francina Armengol, presidenta del Congreso, definir la fecha para la investidura. El PP hizo hincapié en que ya han transcurrido tres semanas desde que Sánchez recibiera el encargo del rey para formar gobierno, y han expresado su impaciencia por la tardanza en convocar al pleno de investidura. Cuestionan que mientras a Feijóo se le asignó una fecha rápidamente, con Sánchez aún no se ha determinado, tres semanas después.
La crítica del PP no terminó ahí, ya que también han señalado la ausencia de un gobierno pleno durante más de cinco meses y el «deterioro del sistema parlamentario español». Citaron varios ejemplos de lo que consideran irregularidades, como la ausencia de Sánchez en la sesión de investidura y la contratación de traductores por parte de Armengol sin seguir procedimientos adecuados.
«Con un Sánchez que no intervino en la sesión de investidura, que veta la presencia de sus ministros en el Senado, que pide a sus presidentes que no participen en debates de la Cámara Alta, y con una Armengol que contrata traductores y compra pinganillos sin respetar los procedimientos», alegan desde el PP.
Las tensiones entre el PSOE y el PP han sido evidentes durante los últimos años. Las elecciones han presentado escenarios fragmentados que han requerido negociaciones complicadas y alianzas entre distintos partidos para poder formar gobiernos estables. Las relaciones entre Pedro Sánchez, líder del PSOE, y los miembros del Partido Popular ha sido particularmente tensas, y este reciente acuerdo con Sumar es solo el último capítulo en una serie de interacciones políticas complejas en España.