En un mundo donde la comunicación instantánea es esencial, tanto empresas como servicios de atención al cliente recurren cada vez más a la mensajería directa para interactuar con rapidez y facilidad con sus usuarios.
Esta tendencia no solo se limita a las transacciones comerciales, sino también se extiende a las interacciones personales. Sin embargo, esta comodidad no está exenta de riesgos: los ciberdelincuentes están explotando estas plataformas para cometer fraudes.
Un ejemplo preocupante de esta modalidad delictiva es la estafa a través de Whatsapp. La situación comienza cuando un contacto, cuya identidad ha sido suplantada, envía un mensaje informando de un error en el que indica que «por error ha dado tu número de teléfono y que te va a llegar un código de verificación a tu teléfono, por lo que tienes que reenviárselo». Muchos, en un intento de ayudar a su amigo, reenvían el código recibido, perdiendo así el control total de su cuenta de Whatsapp.
Este código de seis dígitos, enviado con buena fe, es en realidad la llave que los delincuentes necesitan para apropiarse de la cuenta de WhatsApp. La estafa no se detiene ahí, se convierte en una cadena, donde los criminales utilizan la cuenta recién hackeada para engañar a otros contactos, perpetuando el fraude.
Además de Whatsapp, se han reportado casos similares en otras aplicaciones como Facebook e Instagram. El peligro radica en que los estafadores pueden iniciar conversaciones con los contactos de la víctima, pudiendo incluso solicitar dinero o información personal con fines ilícitos.
Prevenir el fraude
Para prevenir ser víctimas de estos delitos, es crucial no compartir claves y contraseñas, y evitar reenviar códigos de verificación desconocidos. También se recomienda no hacer clic en enlaces sospechosos y activar la ‘verificación en dos pasos’ en las aplicaciones de mensajería.
Si desafortunadamente se cae en esta estafa, es vital mantener la calma y notificar a los contactos cercanos, además de acudir a las autoridades para interponer una denuncia. Para recuperar la cuenta, se puede intentar la verificación mediante un nuevo código o contactar al soporte de la aplicación implicada.
Este tipo de fraude nos recuerda la importancia de la seguridad digital y la necesidad de estar alerta ante cualquier actividad sospechosa en nuestras cuentas de mensajería.