La exministra de Igualdad y destacada líder de Podemos, Irene Montero, ha expresado su pesar por la falta de apoyo a las feministas que denunciaron el machismo en la justicia española. En una entrevista en TVE, Montero se refirió a la Ley de garantía integral de la libertad sexual, conocida como ‘solo sí es sí’, destacando que «todavía nadie ha sido capaz de decir dónde está el fallo«.
Irene Montero quiere llegar a un acuerdo antes del debate sobre la reforma de la ley ‘solo sí es sí’
«Por suerte, hemos seguido avanzando, y ahora se ve que igual que había una derecha judicial y política en contra de los avances progresistas y plurinacionales, también hay un machismo judicial que no quería que el consentimiento estuviese en el centro», afirmó Montero, subrayando el compromiso de no dar la espalda a este desafío.
La dirigente política defendió la ley del ‘solo sí es sí‘, que ha llevado a la revisión a la baja de más de 1.200 condenas por delitos sexuales y la excarcelación de más de un centenar de agresores. Montero afirmó que la norma es «enormemente útil» para España y que su utilidad se ha demostrado en casos específicos, como el beso no consentido a Jenny Hermoso.
En relación con el machismo judicial, Montero enfatizó la necesidad de cambiar la realidad en la que «muchísimas agresiones no se denuncian y se siguen viviendo en soledad«. Destacó el papel pionero de España en asumir responsabilidades con las víctimas, incluso cuando no presentan una denuncia formal.
La exministra también se refirió a su acto de traspaso de cartera a su sucesora, Ana Redondo, justificando sus críticas al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Montero defendió su gestión al frente del Ministerio de Igualdad, subrayando las transformaciones positivas que contribuyeron a hacer de España un país «más democrático, más libre y garantizando la libertad sexual de las mujeres«.
En su última intervención como ministra, Montero enfatizó la función social del feminismo y la necesidad de un buen equipo para avanzar hacia una sociedad más justa y equitativa.
No sirve ni para poner cara de enfado. Es una leona desquiciada.