Desde la primera semana del año, el PSOE Andalucía ha continuado con el ataque a la gestión sanitaria que realiza la Junta de Andalucía que lidera el PP Andalucía de Juanma Moreno, la misma que arrojaba cifras de más de un millón de personas en listas de espera para ser atendidas por especialistas o en quirófanos según los datos más recientes. Un caos y mala gestión que denuncian, el cual es una consecuencia prácticamente directa del estado en el que estaba el propio SAS (Servicio Andaluz de Salud) tras la gestión y los recortes vividos en la última etapa en la que el PSOE estuvo al frente de la Junta.
La reciente dimisión del viceconsejero de Salud de la Junta de Andalucía Miguel Ángel Guzmán así como del director general del SAS Diego Vargas supusieron, para los populares, un revulsivo sobre el que reconducir la situación de la sanidad – siendo Guzmán y Vargas reemplazados por María Luisa del Moral y Valle García, de manera respectiva. Para los socialistas, en cambio, fue una evidencia del desastre en el que se ha convertido la sanidad pública y la atención primaria, pasando por alto la tendencia que comenzó más de un lustro antes de que el PP llegase a dirigir la Junta.
Como ya detallamos en otros artículos de Estrella Digital, las listas de espera empezaron a crecer a raíz del recorte de presupuestos vivido en tiempos de la crisis económica de 2008. Unos recortes que hicieron que las listas aumentasen en más de un 25% en apenas unos años. Una tendencia que el PSOE al frente de la Junta de Andalucía no fue capaz de revertir pese a que, incluso con el estallido del caso de los ERE en Andalucía con casi 680 millones de euros defraudados, se mantuvieron como el partido líder en Andalucía hasta 2018 – de hecho, sólo han perdido unas autonómicas, las de junio de 2022 frente al PP de Moreno.
Se podrían comentar diferentes cifras de las listas de espera en aquellos años, pero el verdadero problema es que esas listas fueron maquilladas a través de diferentes procedimientos. Es decir, resulta casi imposible saber a ciencia cierta todos los pacientes que deberían haber figurado en esas listas en aquellos años en realidad. Es por eso que hay tanta diferencia entre los datos de hace una década con respecto a la actualidad, además de la tendencia creciente de las listas en sí.
En los tiempos actuales, la situación es algo distinta dado que el propio SAS tiene establecidos una garantía de tiempos de respuesta mediante decreto para intervenciones quirúrgicas, si bien se sigue esperando más tiempo del estipulado por parte de los pacientes, algunos de los cuales no llegan a mantenerse con vida en casos de graves complicaciones. De esta manera, en la actualidad es mucho más sencillo determinar la situación real de las listas de espera con respecto a años atrás.
‘Destruir’ servicios públicos frente al mercadeo con la privada
Desde la izquierda (ya sea PSOE o por formaciones progresistas como Por Andalucía o el Grupo Mixto-Adelante Andalucía, presentes en el parlamento andaluz) se critica sobre todo la destrucción de los servicios públicos y el caos que se vive en el SAS cada día. Incluso se ha llegado a mencionar que la sanidad andaluza está en la UVI, como se puede ver en estas imágenes del PSOE Andalucía. Según varios profesionales de la salud en Andalucía han asegurado en exclusiva a Estrella Digital, la situación real en hospitales de la pública, el día a día, no es muy diferente del que se lleva viviendo desde hace tres lustros.
Cuando la sanidad pública comienza a tener una ‘cola’ de operaciones pendientes, es cuando se tiende la mano con la privada, quedándose esta con pacientes de manera que se alivia la carga de la pública. Eso sí, hay detalles a tener en cuenta. En muchos casos, estos pacientes que se quedan los de la privada no son los casos más complicados, sino que estos se quedan en manos de la pública – dicho de otro modo, la privada tiene aquí el lujo de poder elegir.
Estos casos especialmente complicados se quedan en manos de grandes profesionales – de sus filas aparece precisamente Valle García, quien ha regido el Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba durante los últimos seis años y medio. También se está al día en el SAS en lo que respecta a maquinaria y equipamiento en la mayoría de los casos, de modo que eso es tampoco lo que lastra a la efectividad del servicio en comparación con servicios sanitarios de otras comunidades autónomas. De hecho, ya había necesidad de hacer reformas en hospitales andaluces en los años socialistas de la Junta.
Falta de personal en Andalucía, el problema principal
El gran lastre que ha llevado a tales dimensiones en las listas de espera en Andalucía es la falta de personal para cubrir toda la demanda. Basta con que en una unidad de una especialidad cualquiera, en lugar de 20 profesionales, haya 15 o 16 para que comience a crecer esta lista. Obviamente, la falta de personal también lleva a que haya disconformidad a la hora de cubrir las guardias cada semana y cada mes. Esto es algo que no viene de nuevas, sino que ya ocurría de años anteriores.
Tampoco es una situación que exclusiva de Andalucía – de hecho, algunos profesionales consideran que la situación en Extremadura es peor. Precisamente en la vecina al norte de los andaluces ha gobernado del PSOE con Guillermo Fernández Vara desde 2015 hasta las autonómicas de 2023, siendo reemplazado por el PP que lidera María Guardiola. Antes de Fernández Vara estuvo el popular José Antonio Monago entre 2011 y 2015, un pequeño alto en una comunidad autónoma donde el PSOE regentó su Junta entre 1983 hasta 2011 de manera ininterrumpida con el ya histórico Juan Carlos Rodríguez Ibarra gobernando durante casi un cuarto de siglo.
De momento, la cada vez mayor inyección económica que el PP está realizando en Salud no difiere en demasía de lo que hacía el PSOE en su momento. Tampoco está resultando ejemplar la gestión de la consejería (y del personal sanitario, por supuesto) que lidera Catalina García, ahora con la ayuda de los nuevos fichajes, del Moral y Valle García – «Mejorable, pero bueno«, que dijo Moreno en su discurso de Navidad para terminar 2023. Ahora bien, mientras no haya contratación de personal y las diferentes unidades no funcionen al 100%, las listas de espera no disminuirán en Andalucía. Gobierne quien gobierne.