En una jornada marcada por el consenso y el avance en derechos, el Pleno del Congreso ha aprobado, con un respaldo casi unánime, la propuesta de modificación del artículo 49 de la Constitución.
Esta reforma, impulsada conjuntamente por el PP y el PSOE, reemplaza la palabra ‘disminuidos’ por ‘personas con discapacidad’. Esta decisión, que ahora pasará al Senado para su confirmación final, ha obtenido el apoyo de la mayoría de los grupos parlamentarios, con la excepción de Vox, que ha votado en contra.
La sesión, realizada en el Senado debido a las obras en el hemiciclo del Congreso, contó con la presencia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Este último ha destacado la importancia de la reforma, mencionando que se «salda una deuda moral contraída con más de cuatro millones de ciudadanos».
La enmienda al artículo 49, que representa la primera reforma social de la Constitución Española, exigía una mayoría cualificada de tres quintos en la Cámara. La votación finalizó con 312 votos a favor y 32 en contra. La ausencia de algunos diputados, descrita como «justificada», redujo el número total de votos emitidos.
Esta reforma, largamente solicitada por organizaciones relacionadas con la discapacidad, ha sido acelerada en su tramitación. La Mesa del Congreso descartó debatir enmiendas parciales propuestas por partidos como el PNV, argumentando que desviaban el foco del artículo 49.
La posición de Vox ha generado debates. A pesar de las solicitudes del Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI) para que Vox reconsiderara su posición, el partido liderado por Santiago Abascal optó por cambiar su abstención inicial por un voto negativo. Lourdes Méndez, diputada de Vox, explicó que su negativa no se debe a una oposición al cambio terminológico, sino a la inoportunidad del momento y a la negativa a respaldar una iniciativa del gobierno de Pedro Sánchez.
Méndez también criticó lo que considera una «hipocresía» en el proceso, señalando que otras propuestas de Vox en favor de personas con discapacidad han sido rechazadas anteriormente. Asimismo, justificó su cambio de abstención a voto negativo como un desacuerdo con el texto propuesto y una percepción de que la reforma se realizaba de manera apresurada, alegando además que promovía la «desigualdad entre hombres y mujeres».
Esta reforma constitucional es un paso significativo en la actualización del lenguaje y el enfoque de la legislación española en cuanto a la discapacidad, reflejando una evolución en la percepción social de este colectivo.