Este martes en el Congreso de los Diputados, Junts, el partido liderado por Carles Puigdemont, junto con otros partidos como el PP, Vox, UPN y CC, ha votado en contra de la ley de amnistía. Esta acción ha bloqueado temporalmente el progreso de la ley hacia el Senado.
A pesar de recibir 171 votos a favor de partidos como el PSOE, Sumar, ERC, EH Bildu, PNV, Podemos y BNG, la falta de una mayoría absoluta ha sido decisiva en este revés.
La proposición de ley, que no logró avanzar en este pleno, regresa ahora a la Comisión de Justicia. Se espera que en un plazo máximo de quince días se elabore un nuevo texto para un segundo intento de aprobación.
El pleno ha sido escenario de intensos debates. El PSOE ha hecho un llamamiento a la «madurez política» de Junts, buscando que la ley llegue a buen término. Por otro lado, el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, ha criticado duramente al Gobierno por lo que considera una «humillación» constante por parte del independentismo.
En un comunicado, Junts ha insistido en su postura, declarando: «No acordamos una amnistía selectiva». La portavoz parlamentaria de Junts, Miriam Nogueras, ha criticado duramente la redacción actual de la ley, argumentando que tiene «agujeros» que permitirían a los «jueces prevaricadores» invalidarla. Nogueras ha enfatizado que lo pactado con el PSOE fue «no dejar a nadie atrás».
La posición de Junts se centra en buscar una «amnistía integral». La ley vuelve a la comisión de Justicia para una revisión que podría incluir modificaciones en los delitos de terrorismo que pueden ser amnistiados. Junts teme que se abran nuevas causas bajo acusaciones de terrorismo, dejando fuera a figuras como Puigdemont.
El Gobierno, a través del ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, ha expresado su desconcierto por el voto en contra de Junts, instando al partido a reconsiderar su posición. Bolaños ha reafirmado que la ley entró al Congreso de manera «constitucional e impecable».
Por su parte, ERC ha defendido la robustez de la ley actual y ha criticado a los jueces por lo que considera prevaricación. Mientras tanto, Feijóo y otros líderes de la oposición han expresado su firme rechazo a la ley, con Feijóo prometiendo recurrir a todas las vías legales y a la Unión Europea.
En un clima de tensiones políticas y judiciales, el futuro de la ley de amnistía sigue siendo incierto, con negociaciones y revisiones pendientes que determinarán su destino final.