El primer encuentro del año en el Congreso de los Diputados entre Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, y Alberto Núñez Feijóo, líder del PP, ha estado repleto de acusaciones mutuas. Feijóo lanzó una advertencia a Sánchez, proclamando que su mandato también llegará a su fin, calificando la legislatura como «insostenible» y criticando la dependencia de Sánchez de Carles Puigdemont, sugiriendo que sin este último, su posición se debilita considerablemente.
En respuesta, Sánchez criticó la postura del PP, comparándola con el metanol —una referencia a un error cometido por Feijóo durante una campaña— describiéndola como «inflamable, incolora y tóxica». Este calificativo lo usó para describir las acciones del PP, desde sus tácticas en Cataluña hasta las propuestas de ilegalización de partidos políticos, y advirtió contra el uso del metanol en la política.
Feijóo cuestiona el rumbo del Gobierno
Sánchez también defendió las acciones de su gobierno, resaltando el aumento del empleo con 21 millones de personas trabajando, el incremento del salario mínimo en un 5%, y esfuerzos por mejorar la convivencia en Cataluña. Contrapuso la gestión de su gobierno con las críticas del PP, afirmando que España está en una posición mucho mejor de lo que el PP sugiere.
Feijóo, por su parte, cuestionó la legitimidad y dirección del gobierno de Sánchez, aludiendo a la influencia de Junts y a la falta de presupuestos. Criticó la concentración del Gobierno en la amnistía y lo instó a atender los problemas reales de España, como la sequía, la inmigración, y el aumento de impuestos, destacando la necesidad de gobernar para todos los españoles, incluyendo aquellos «sin antecedentes penales».
En el ámbito de las políticas agrarias, Sánchez prometió fortalecer la ley de la Cadena Alimentaria y simplificar la Política Agraria Común (PAC) en respuesta a las protestas del sector.
El PP también lanzó una ofensiva contra Félix Bolaños, ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, por la gestión del gobierno de la causa de ‘Tsunami Democràtic‘ y por su postura sobre la amnistía y las críticas a los jueces. Bolaños, defendiendo la postura del gobierno, negó que los hechos investigados en Cataluña en 2019 fueran actos de terrorismo, anticipando que el PP se arrepentirá de vincular el proceso independentista con el terrorismo.