En el Pleno del Parlamento de Andalucía que comenzó el pasado miércoles 7 de febrero se ha convalidado el cuarto decreto de sequía con el que se sigue haciendo frente, mediante diferentes políticas y obras hidráulicas, a la dura situación que está pasando y aún está por llegar en Andalucía. Este decreto de sequía, dotado de 217,8 millones de euros, fue aprobado con los votos a favor del PP Andalucía que lo aprobó semanas atrás en su Consejo de Gobierno, PSOE Andalucía y Vox. Eso sí, no exento de crítica por parte de los socialistas, quienes obtuvieron respuesta de la consejera de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural Carmen Crespo.
Como ya explicamos el pasado mes de enero, cuando fue aprobado por el Consejo de Gobierno de la Junta que lidera Juanma Moreno – el día antes de su visita a Bruselas, también con la sequía como motivo central de su reunión con la Comisión Europea. Un decreto con el cual la Junta de Andalucía supera los 500 millones de euros destinados a combatir la sequía. La Junta, además, destacó que mientras sacan adelante su cuarto decreto de sequía el Gobierno Central, con su 66% de competencia en esta materia, sólo ha aprobado uno hasta el momento.
Una buena partida de este presupuesto, unos 40 millones, se destinará a una nueva vía de colaboración con pequeños municipios a través de convenios con sus diputaciones provinciales, además de apostar por aguas regeneradas. Se espera que esto tenga aplicación sobre todo en casos como los pueblos de la Sierra Morena en Córdoba, la cual ha sufrido durante casi un año problemas de suministro grave, teniendo que sobrevivir a base de garrafas que iban llegando en camiones. Esta sequía, además, ha llevado a que los beneficios de los cultivos de la zona se hayan precipitado en los últimos años dado que la cosecha se ha reducido hasta en una quinta parte en comparación con cosechas anteriores.
Aunque ya en diciembre la Junta de Moreno firmó un acuerdo con la Diputación de Córdoba, la calidad de vida de los vecinos cordobeses sigue estando afectada por el hecho de que no pueden beber el agua de grifo y, hasta que no se construyan las infraestructuras necesarias y se pongan en marcha, esto seguirá ocurriendo. Como los pueblos de la Sierra Morena, en otros casos del interior de Andalucía también están afectados por la falta de suministro, casi condenado a estar restringido en los meses de verano – lo cual podría ocurrir incluso en las grandes capitales, como Sevilla o Granada.
Estamos muy lejos y no siempre llueve donde están los embalses. Tendría que llover muchísimo para recuperar este verano. Si sigue el tiempo como sigue, tras un pésimo noviembre y diciembre en términos de precipitaciones y lo que parece un pésimo enero. Si en marzo y abril no llegan las lluvias, en verano muy previsiblemente vamos a comenzar el verano con restricciones en ciudades como Sevilla, Málaga, Córdoba y otras muchas tantas, restricciones en el consumo de agua, aseguró Moreno semanas atrás.
Votos a favor de PP, PSOE y Vox para el decreto de sequía, abstención de Por Andalucía y voto en contra del Grupo Mixto
Tanto PP como PSOE y Vox han apoyado el decreto, pese a sus críticas a la gestión de Moreno, asegurando que ni él mismo cree en este decreto a raíz de las advertencias que realizó al anunciarlo a mediados de enero. Vox, por su parte, considera que los 50 millones dedicados a la conservación del sector primario no serán suficientes, anticipando que habrá más decretos sin que se solucionen los problemas a juicio del partido de extrema derecha.
Por su parte, Por Andalucía se ha abstenido de votar – ya criticaron en su momento el decreto de sequía ya que consideraban que era insuficiente. Esto, pese a que entre otras medidas se decreta comenzar las obras de manera inmediata en la Axarquía, Guadalhorce y la Costa del Sol, el Campo de Gibraltar, el Levante de Almería, Guadalete y Barbate en Cádiz así como en las localidades granadinas de Béznar y Rules, como recuerda Europa Press. Otras obras que se comienzan están en el Valle del Almanzora en Almería, así como la toma flotante del embalse de Guadarranque en Cádiz.
En este decreto se contempla, como medida extrema, que traigan barcos cargados de agua, tal como se ha hecho por parte del Gobierno Central con un barco cargado desde Valencia hasta Barcelona. Estos barcos se destinarían, si se diera el caso, a los puertos de Carboneras y Algeciras, el principal puerto de comercio en Andalucía – una medida que no descartó el consejero de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Ecología Azul Ramón Fernández-Pacheco en la rueda de prensa del pasado martes 6 de febrero.
El único partido que se opuso al cuarto decreto de sequía fue el Grupo Mixto-Adelante Andalucía, asegurando su portavoz Maribel Mora que no tenía ningún sentido su aprobación y ejecución. Su argumento se basa en el tiempo necesario para que las desaladoras que quiere construir el Gobierno requieren de años para que se completen y se pongan a funcionar, siendo un momento en el que hacen falta medidas que funcionen a corto plazo para paliar los problemas ya existentes en la actualidad.
Líneas directas de ayuda
El cuarto decreto de sequía incluye también líneas directas de ayudas y exenciones fiscales para ayudar al sector primario, tan afectado por las condiciones actuales como se están viendo estos días con centenares de tractores tomando las carreteras con movilizaciones. La Junta de Andalucía ha mostrado su apoyo, siempre y cuando lo hagan de manera pacífica – algunos han sido detenidos mientras que la Policía Nacional ha identificado a varios tractores y se han impuesto multas por delitos contra la seguridad vial. Eso sí, sin llegar a los niveles que han alcanzado las protestas de sus homólogos en Francia.
Estas ayudas vienen, en cierto sentido, de la mano de la simplificación administrativa que está llevando a cabo la Junta de Andalucía. Entre otros aspectos, deberían servir para que los agricultores puedan acceder con mayor facilidad a las ayudas de la PAC. Unas medidas con las que la Junta quiere revolucionar la administración y reducir al mínimo la burocracia para funcionar mejor tanto de puertas para dentro como de cara a la ciudadanía.