Este martes, el PSOE ha decidido suspender cautelarmente de militancia a José Luis Ábalos, exministro de Transportes y diputado del partido en el Congreso. Esta medida drástica, adoptada por la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE, responde a la controvertida decisión de Ábalos de no renunciar a su escaño en el Congreso de los Diputados, optando en su lugar por integrarse al Grupo Mixto.
La crisis ha surgido a raíz de las acusaciones que pesan sobre Koldo García, exasesor de Ábalos, implicado en una supuesta red de comisiones ilegales durante la pandemia. Ante esta situación, el PSOE le otorgó a Ábalos un ultimátum de 24 horas para que dimitiera de su acta parlamentaria, una solicitud que fue rotundamente desoída por el exministro. En una emotiva rueda de prensa, Ábalos defendió su decisión alegando que renunciar equivaldría a admitir culpabilidad y someterse a un injusto ostracismo tanto en la esfera política como personal. «No puedo rendirme», afirmó, subrayando su lucha por salvaguardar su honorabilidad frente a las acusaciones.
Implicaciones de la decisión de Ábalos
La persistencia de Ábalos en mantener su escaño ha sido interpretada por el PSOE como una posible infracción grave, al obstruir las decisiones y el trabajo de los órganos partidarios. Además, su actitud podría acarrear faltas aún más severas, entre ellas, el deterioro de la imagen pública de los representantes e instituciones socialistas, así como la desobediencia a los acuerdos internos del partido.
La Comisión Ejecutiva Federal, liderada por Santos Cerdán, ha destacado que la lealtad a los estatutos y resoluciones del partido constituyen un pilar organizativo. En consecuencia, cualquier afiliado que contravenga estas normativas se expone a sanciones, que podrían escalar hasta la inhabilitación o incluso la expulsión del PSOE.
El PSOE abre expediente disciplinario
Con el expediente disciplinario ya en curso, Ábalos dispone de un breve lapso de cinco días para presentar su defensa ante las acusaciones de su propia formación. Este episodio ha provocado una ola de reacciones dentro del partido; por ejemplo, Patxi López, portavoz del PSOE en el Congreso, expresó su profundo pesar ante la decisión de Ábalos, marcando el día como «muy triste» para el partido.