Hace apenas unos días quedaban decididos los presupuestos municipales para Sevilla capital para este 2024, teniendo como principales agentes al Partido Popular al frente del gobierno con su alcalde José Luis Sanz, el Grupo Socialista con el ex alcalde Antonio Muñoz a la cabeza y Vox intentando acceder al gobierno municipal a cambio de apoyar los presupuestos. Un aro por el que el Grupo Popular no ha pasado de manera que, a la hora de votarse los presupuestos, ha resultado en que se prorrogan los que tenían para 2023 cuando estaba el PSOE con Muñoz a la cabeza.
Este asunto era uno de los que estaban por resolver desde el momento en el que Sanz entró al poder en el Ayuntamiento de Sevilla, ganando las elecciones municipales de mayo de 2023 pero sin la ventaja suficiente para aprobar los presupuestos sólo con los apoyos de los populares. La opción de contar con Vox siempre ha estado ahí, requiriendo estos formar parte del gobierno municipal, pero desde el primer momento el Grupo Popular ha rechazado esta idea – al contrario que en otros municipios andaluces, donde sí han colaborado en conjunto para evitar que el PSOE estuviera en el poder, como las diferentes mociones de censura vistas entre los pasados meses de octubre y noviembre.
Al no tener el acceso al gobierno municipal, Vox había avisado al PP de Sanz que bloquearía los presupuestos, de manera que la opción que tenían era negociar con el Grupo Socialista. Desde el pasado mes de enero se estuvieron reuniendo el segundo teniente de alcalde y concejal de Hacienda, Turismo, Participación Ciudadana y Transformación Digital (además de portavoz del Grupo Popular en el ayuntamiento) Juan Francisco Bueno con su antecesora en la etapa socialista, María Sonia Gaya. Estas reuniones no llegaron a buen puerto, como confirmaba Sanz a diferentes medios de comunicación hace apenas unos días según La Voz del Sur.
«Está finalizado el trámite presupuestario. Desde este momento consideramos que Sevilla empieza a funcionar con un presupuesto prorrogado, que no estamos dispuestos a perder ni un minuto más con señores que no han aportado ni una sola idea para mejorar el presupuesto que nosotros habíamos presentado, ni una sola idea para solucionar los muchos problemas que tiene la ciudad de Sevilla. Desde este momento trabajamos con un presupuesto prorrogado para solucionar muchos problemas«, declaró Sanz.
Unos presupuestos con negociaciones entre polémica
Ya desde noviembre de 2023, los presupuestos que estaba preparando el PP de Sevilla con Sanz al frente eran ambiciosos, superando los 1.000 millones de euros (1.031 en concreto) por encima del presupuesto de Valencia. Sólo para limpieza, arbolado, parques y jardines se iba a destinar 30,1 millones de euros más que en 2023, un aumento del 24,03%. También se aumentaba el presupuesto en seguridad ciudadana en 9,18 millones de euros, siendo gran parte de esta partida para la incorporación de 150 nuevos agentes y para cámaras de video vigilancia, como las que ya se pueden ver en distritos como Nervión.
El PP de Sanz también tenía presupuestado una partida de 7 millones de euros más con respecto a los presupuestos del PSOE en barrios de atención preferente y derechos sociales, con partidas para atención a menores inmigrantes o ayuda a domicilio de más de dos millones de euros. También estaba previsto un incremento de más de 7 millones en urbanismo y casi otros 7 millones para movilidad. Precisamente el anuncio de la prorrogación de los presupuestos llegó con el anuncio de la incorporación de autobuses eléctricos a la flota.
Todo esto llega apenas días después de la polémica generada por los planes del PP de convertir a la Plaza de España en su propio Park Guëll, vallándolo y cobrando entrada a todos los que no estén empadronados en la provincia de Sevilla. No sólo es una medida impopular que rodea a un monumento que fue creado precisamente con carácter público, para toda la humanidad, sino que potencialmente va en detrimento de todos. A un turista le daría igual pagar una tasa simbólica por entrar, pero se vaticinan colas de espera dentro y fuera del Parque de María Luisa.
A los sevillanos, aunque no les cueste dinero, esta explotación turística podría también causarles el efecto de preferir pasear en otras partes de la ciudad. Exactamente lo que ocurre con el Park Guëll en Barcelona, donde la cantidad de locales (que no pagan por su entrada) en comparación con turistas es bastante reducida. Con el carnet de identidad en la boca, como dicen algunos sevillanos si se les pregunta en la calle. Ahora bien, la entrada al interior de Las Setas ya venía siendo de pago con el anterior gobierno socialista.
El ‘no’ del PSOE a los presupuestos populares y su peso de cara al futuro
«Este gobierno está dando muestras inequívocas de falta de habilidades negociadoras. En algunos casos, de prepotencia, pensando que tienen mayoría absoluta con algunos asuntos que han llevado al Pleno Municipal sin tener ningún tipo de acuerdo con ningún grupo municipal. Un presupuesto prorrogado no significa ni mucho menos que la ciudad se vaya a paralizar. Cuando el gobierno toma decisiones per se, les puedo asegurar que la improvisación y las rectificaciones son su seña de identidad. Por tanto, es muy difícil que nosotros le podamos dar un cheque en blanco al señor Sanz«, declaró Muñoz como portavoz del Grupo Socialista.
«¿Cómo se entiende que estando en un periodo de negociación de presupuesto se pongan encima de la mesa una idea de calado como la relativa a la Plaza de España? Quien tiene que mover ficha, seducir políticamente a algún grupo de la oposición para alcanzar algún acuerdo es el gobierno. Los presupuestos esconden la apuesta que cualquier gobierno quiere hacer por su ciudad, su región y su país. La confianza que tenemos en el gobierno para desarrollar un modelo de ciudad viva, emergente, que pise fuerte en el futuro es prácticamente nula«, añadió el que fuera hasta junio de 2023 gobernante de Sevilla capital.
Sin acuerdo con el PSOE y con el bloqueo de Vox, llega el escenario temido por los populares y uno que sienta un precedente importante. La oposición ya sabe, de manera tangible, que salvo que el gobierno municipal negocie de otra manera, pueden ponerle zancadillas que serán visiblemente efectivas (por el bien de sus intereses y por el bien, o no, de la ciudadanía hispalense), al contrario de lo que se va a vivir en el Parlamento de Andalucía hasta las próximas elecciones autonómicas.