Tanto el Domingo de Ramos como el Lunes Santo han sido cuanto menos decepcionantes para miles de cofrades que aguardaban el arranque de la Semana Santa 2024. Las fuertes lluvias registradas en varios puntos de Andalucía han hecho que en algunos lugares salieran pocas o ninguna procesión a las calles como están acostumbrados a ver. Además, las previsiones para los días clave de estas fechas tan marcadas a nivel cultural y religioso en la comunidad autónoma siguen sin ser halagüeñas, lo que afecta, además de a las cofradías, al desarrollo del turismo conforme a lo esperado.
En estas fechas de 2023 se registraron en torno a un millón de turistas que fueron a ver la Semana Santa en lugares como Huelva, Sevilla, Málaga, Jerez de la Frontera y el resto de capitales andaluzas, Córdoba, Granada, Almería y Jaén. También existen casos particulares fuera de Andalucía, como la cercana Mérida. Este millón de turistas dejó un retorno económico valorado en unos 400 millones de euros, superando las expectativas iniciales que tenía la Junta de Andalucía, en aquel caso acompañado de un tiempo apacible.
Como ya adelantábamos días atrás en Estrella Digital, este año no va a ser así. Ya en los días previos caían las primeras lluvias a modo de aviso, pero la tromba de agua que se vivió el Domingo de Ramos fue un mazazo para muchos. En la mayoría de los casos, los pasos se quedaron inmóviles en el templo. En otros, trataron de salir, recorrieron unos metros, vieron la situación y de inmediato dieron marcha atrás para volver a su templo. Las que salían el Sábado de Pasión se libraron, como fue el caso de la Entrega con salida en Guadalcacín y llegada a la catedral de Jerez, 15 kilómetros bajo un manto de nubes que tensionaba el ambiente.
Aunque estas lluvias continuaron a lo largo del Lunes Santo, con fuerte intensidad durante la mañana en Sevilla, por la tarde amainó lo justo para que alguna procesión sí pudiera hacer acto de presencia en las calles, desfilando en Carrera Oficial camino a la Catedral de Sevilla. En Jerez, la Paz de Fátima fue la única que pudo salir el Lunes Santo – quedándose en sus respectivos templos la Cena, la Candelaria, Amor y Sacrificio o la Viga, con su mítica subida (con acompañamiento de bengalas) por las rampas de vuelta a la Catedral de donde sale.
Por supuesto, en estos casos no se cancela la Semana Santa y listos. Aunque no sea un momento tan especial, la posibilidad de visitar estos pasos en sus respectivos templos siempre está disponible, similar a los besamanos y besapiés que se llevan a cabo durante los prolegómenos a la Semana Santa. Algo que podría darse de nuevo el Jueves Santo o el Viernes Santo, con pronósticos meteorológicos que apuntan a que se va a complicar muchas procesiones.
La Junta de Andalucía calcula la caída del turismo en Semana Santa en torno a un 5%
Las expectativas de la Junta de Andalucía con respecto a la incidencia de la meteorología adversa es que se reduzcan en un punto, punto y medio o hasta un 5 o 6%, concentrándose las cancelaciones más en los últimos días. Sobre todo, estas cancelaciones se espera que ocurran entre el Jueves Santo o Viernes Santo y el Domingo de Resurrección, sobre todo teniendo en cuenta aspectos como que dan agua para los tres días – y, más concretamente, para la madrugá de Sevilla, uno de los momentos más destacados de la Semana Grande en la capital hispalense.
Los paquetes turísticos ya contratados, según los datos compartidos por el consejero de Turismo, Cultura y Deporte Arturo Bernal, no suelen verse afectados por casos de lluvia, pero sí los movimientos turísticos realizados a última hora, los más espontáneos. La Semana Santa no es sólo procesiones, también son visitas a los templos, visitas a los museos, gastronomía o espacios naturales.
Esto, según compartía en exclusiva para Estrella Digital, supondría que el retorno económico que la Semana Santa 2024 tenga para Andalucía no sea de los 400 millones de euros que se obtuvieron en 2023, un resultado que estuvo por encima incluso de las expectativas que se tenían antes de que llegase la fecha marcada. Teniendo en cuenta la posible pérdida porcentual calculada, se estima que el retorno se quede en unos 360 o 380 millones, basándose en el hecho de que habrá un millón de turistas (o algo menos si optan por no jugársela con las condiciones climatológicas adversas).