Pere Argonès, presidente de la Generalitat, ha propuesto un referéndum sobre la independencia de Catalunya que esté pactado con el Gobierno y amparado por el artículo 92 de la Constitución Española. La pregunta de dicha consulta sería clara: «¿Quiere que Catalunya sea un estado independiente?» con dos posibles respuestas: sí o no.
El pasado octubre, Aragonès solicitó un informe al Institut d’Estudis d’Autogovern, un organismo que depende de la Generalitat, para encontrar distintas formas jurídicas que permitan celebrar un referéndum en Catalunya. Dicho informe hace alusión al artículo 92 de la Constitución Española que permite celebrar un referéndum en España para someter a consulta «las decisiones políticas de especial trascendencia».
Este artículo de la Carta Magna facilitaría, según Aragonès, un referéndum legal en Catalunya mediante una vía «sólida y robusta«. Sin embargo, el presidente de la Generalitat reconoce que hace falta «voluntad política para celebrarlo».
No es la primera vez que el independentismo alude a este artículo de la Constitución para celebrar un referéndum en Catalunya, porque ya han explorado distintas vías jurídicas y el artículo 92 del texto siempre ha aparecido entre las opciones más factibles. Sin embargo, los especialistas en derecho siempre han estado divididos sobre si la Constitución ampara un referéndum sobre la independencia de Catalunya o si en absoluto estaría contemplado porque se trata de una cuestión que pone en entredicho la unidad de España.
Sea como sea, ERC ha recuperado el debate público sobre el referéndum y propone que sea pactado con el Gobierno. Lo hacen en plena precampaña electoral porque Aragonès considera que es un paso necesario antes de la «fase» se abrirá el 12 de mayo.
«El informe es un material excelente para la siguiente fase que debe abrirse a partir del 12 de mayo. Si de mí depende, el 12 de mayo seguirá el proceso de de negociación con una propuesta sólida«, ha argumentado.
El referéndum nunca estado entre los planes del Gobierno y tampoco está ahora sobre la mesa, tal y como ha reconocido Pilar Alegría este martes. La ministra portavoz ha subrayado que «en absoluto está en la hoja de ruta» del Ejecutivo porque consideran que es «clara y radicalmente contraria» a las políticas que están impulsando. Sin embargo, Aragonès les recuerda que hace unos meses tampoco eran partidarios de la ley de amnistía y finalmente han cedido.