El Ministerio de Sanidad aprobará este viernes un plan antitabaco ‘a la carta’, porque las comunidades que lo deseen se podrá adherir a él y las que no estén de acuerdo, están auorizadas a no hacerlo. Será un plan no vinculante hasta que se apruebe dfinitivamente la ley antitabaco, que todavía no tiene fecha de aprobación.
Mónica García, desde la cartera de Sanidad, ha vuelto a poner sobre la mesa el plan antitabaquismo en España, aunque no hay consenso con las comunidades gobernadas por el Partido Popular. Por eso, el Gobierno aprobará el plan este viernes en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS), aunque es solo una hoja de ruta para la próxima ley, que por supuesto sí será vinculante.
Por tanto, las comunidades que lo deseen pueden adherirse a este plan antitabaco cuando quieran, porque todavía no hay una ley en vigor, pero las que no lo hagan no están obligadas. Eso sí, el Plan Integral de Prevención y control del Tabaquismo 2024-2027 funciona como un «aval» para poder poner en marcha algunas medidas. Eso sí, cuando se apruebe la ley sí que será vinculante para todas las comunidades, estén o no de acuerdo.
¿Qué propone el plan antitabaco?
Las comunidades autónomas han aportado sus sugerencias a este plan antitabaco. Entre las principales medidas destaca ampliar los espacios sin humo, elevar el precio de las cajetillas de tabaco o reflejar los verdaderos efectos de los vapeadores. Sanidad ha incorporado 160 de las 180 propuestas que han presentado las comunidades.
Sin embargo, el aspecto que ha despertado el debate entre Sanidad y las comunidades autónómas es la prohibición de fumar en las terrazas. El Ejecutivo ha trabajado muy bien en esta cuestión y ha corroborado de forma científica que ‘fumar’ de forma pasiva también tiene consecuencias para la salud.
Pero el argumento de la mayoría de comunidades gobernadas por el PP es que esta cuestión debe quedar recogida en una ley y no en un plan de estas características. Hay autonomías contrarias a prohibir fumar en espacios privados como en el coche cuando haya niños o mujeres embarazadas. Otras, como Castilla y León o Andalucía, quieren garantizar el derecho a la salud y la libertad individual. Madrid, por ejemplo, insiste en la autorregulación.
Eso sí, la mayoría está de acuerdo con equiparar los cigarrillos convencionales a los vapeadores y otras formas de consumo. También coinciden en la necesidad de aumenta el precio de las cajetillas de tabaco.