Cada mes de abril, en buena parte de Andalucía se producen debates, más o menos acalorados, acerca de un tema de importancia y orgullo en la sociedad: las ferias. Cuál es mejor y por qué, o por qué la del pueblo de al lado es peor (suelen utilizarse calificativos más contundentes, cuanto menos). Pero si hay una comparativa que se repite hasta la saciedad, año sí y año también, es la comparativa entre la Feria de Sevilla, la Feria de Abril que se celebra desde hace más de medio siglo en el Real que separa Los Remedios de Tablada, y la Feria de Jerez de la Frontera, que desde hace décadas se levanta en el Parque González Hontoria.
Dos ferias relativamente cercanas en cuanto a geografía, apenas un viaje de una hora o algo menos por autovía, así como cercanas en el calendario dado que suele haber en torno a dos semanas de espacio. Tiempo para recuperar las ganas de feria entre una y otra o dejar que la cartera se recupere entre una y otra, pudiéndose disfrutar de ambas perfectamente. Y, sin embargo, el debate siempre surge entre unos y otros, señalando tanto las diferencias que se olvida la gran cantidad de paralelismos que existen entre una y otra. Y no es casualidad.
Sevilla, una feria particular que en cierto sentido no es tal
De entrada, ocurren dos particularidades. La primera, que la Feria de Sevilla no es una feria. O, al menos, no una feria al uso, no el concepto que se entiende de feria en el resto de lugares de Andalucía. Sí, tiene albero, casetas, sevillanas y mucha fiesta, como todas. Pero ninguna, o en casi ningún caso, se ve el concepto de las casetas privadas, ese tan criticado por toda la comunidad autónoma, la misma que, cuando toca mostrar su ferviente religiosidad, peregrina hasta la aldea de El Rocío.
Y he ahí la clave: la Feria de Abril es, más que una feria, una manera de traer la aldea de El Rocío a Sevilla. Una pequeña ciudad a las afueras de la capital hispalense, donde lo que se llega a generar equivale al 3% del PIB de todo el año de la capital andaluza. No se puede obviar tampoco el enorme reclamo turístico que supone, atrayendo a gente de toda Andalucía, de otras partes de España (lo cual se nota sobre todo al principio y al final, en los días festivos) y turistas extranjeros que tampoco desaprovechan la ocasión de vivir y sentir en la feria. Aunque sea en las pocas casetas públicas que puedan entrar.
Desde esta óptica se entiende más la existencia de las casetas privadas, que a su vez son tanto motivo de reunión familiar como oportunidad de negocios donde confluyen no sólo sevillanos sino muchos andaluces – los que, por supuesto, tienen amigo con caseta, un clásico muy cotizado. Por supuesto, esto deriva en el rechazo de quien no tiene este privilegio, encontrándose con que no puede disfrutar con la gran mayoría de las casetas y, con ello, gran parte del carácter.
La segunda particularidad de la que hablábamos antes, y el motivo por el que se elija a Jerez de entre todas las posibles ferias para esta comparativa que no es tal, es la propia sociedad jerezana. O cómo no desaprovecha ni una sola ocasión para cargar o criticar a la sociedad sevillana para cualquier cosa: su feria, su Semana Santa que no difiere tanto de la de Jerez o su capacidad para invadir cualquier playa de Cádiz o Huelva en cuanto tienen ocasión, ¡incluso en diciembre! Todo ello mientras tratan de imitar, con mayor o menor acierto, costumbres de los propios sevillanos, empezando por su propio código de vestimenta.
El sentimiento jerezano
También contamos con Jerez como comparativa por tamaño puro, siendo la más comparable en espacio entre el existente dentro del Hontoria con respecto al existente en el Real de Sevilla. Sin desmerecer el recinto del Arenal de la Feria de Córdoba en los aledaños del Estadio Nuevo Arcángel u otros casos de capitales andaluzas. Otras ferias, en comparación, palidecen en tamaño y número de casetas con las mencionadas teniendo una estructura y planteamiento similares, sobre todo cuando hablamos más de pueblos que de ciudades.
Aunque es también una parte importante de la feria, sobre todo para los más pequeños, el aspecto de las atracciones ‘los cacharritos’, como se suele decir, lo dejaremos aparte. No en vano, en muchos casos los feriantes llevan las mismas atracciones de una feria a otra de modo que en buena parte uno se puede encontrar la misma atracción en ferias situadas a cientos de kilómetros de distancia. Puede haber más o menos, pero en general no suele ser un elemento demasiado determinante o distintivo. Para los pequeños de la familia, por supuesto, supone lo mejor de lo mejor.
En el caso de Jerez – que de hecho algunos lugareños se jactan de ello para ‘sentenciar’ la superioridad de su fiesta con respecto a la sevillana – todas las casetas, o casi todas, son públicas. Existen excepciones o casos en los que no es posible acceder por eventos en la misma, por ejemplo cuando se lleva a cabo un acto político. En lugar de las casetas familiares sevillanas, en Jerez muchas pertenecen a negocios cercanos, ya sean restaurantes, pubs o discotecas. De hecho, incluso casetas políticas, como las del PSOE o las del PP (situadas paradójicamente una al lado de la otra), son propiedad de dueños de otros negocios en la ciudad.
En Jerez, además, continúa una serie de fiestas importantes marcadas en el calendario, llegando después de Semana Santa y cerca de otro gran momento, el Gran Premio de España de MotoGP en el Circuito de Jerez. La fiebre de las motos a veces llega a coincidir con la feria, hasta el punto de que se ha visto a algunos pilotos de la élite de las dos ruedas visitar el González Hontoria en los días de feria en las últimas tres décadas. Valentino Rossi, ya en sus tiempos en 125cc, no se perdía la ocasión.
Llegados a este punto, habiendo revisado en varios aspectos dos de los eventos más grandes en toda Andalucía, ¿con cual te quedarías?
Como jerezano que vive en Sevilla y amo a estas 2 tierras me parece un despropósito muy grande por parte de este periodista que ni si quiera es objetivo en sus comentarios. Deje de sembrar la semilla del enfrentamiento entre estas 2 ciudades. Me encantan las 2 ferias, parecidas y tan distintas a la vez … cada una tiene su origen y su encanto y las 2 son grandes en cultura. Si pregunta a un sevillano dirá que la suya no tiene comparación y elegirá la suya y un jerezano dirá que la suya por 20 mil motivos y no voy a entrar a enumerarlos uno por uno… pero no se le puede consentir que de forma pública usted venga a engrandecer a una y tirar a otra con comentarios en los que tacha a Jerez de pueblo e incluso de copiar la vestimenta y entra en comentarios de que Jerez copia cualquier evento o festividad etc …. y todo eso me parece patetico … usted no sabe ni cómo es la sociedad y cultura jerezana para vestir o la manera de vivir ni su sentimiento …. no se si ha vivido todo eso en las 2 ciudades pero se le nota perfectamente el amor que le profesa a Sevilla y no se por qué… porque creo que usted es de Madrid y me parece perfecto que la ame…. pero sin tirar a la otra … deje que el visitante vaya a ambas y tenga su propia opinión … y deje que 2 ciudades puedan llevarse bien y sin enfrentamientos ni buscar usted la polémica … ambas son grandes en cada uno de los eventos y Jerez tiene el mérito de, sin ser capital ni si quiera de provincia, llegar al nivel de poder compararse con Sevilla siendo capital de Andalucía … Solo digo que me encanta Jerez y me encanta Sevilla con sus defectos y sus virtudes y que no me tiren a ninguna… por Sevilla muero pero por Jerez mato