Carles Puigdemont quiere volver a ser presidente de Catalunya y ha anunciado esta mañana de lunes, después del resultado electoral, que se presentará a la investidura. El candidato de Junts cree que su partido tiene opciones, porque confía en un gobierno «de obediencia plenamente catalana» y defiende su gestión frente a la de Salvador Illa.
El candidato del PSC, tras conseguir 42 escaños, confesó anoche que negociará para presentarse a la investidura. La única posibilidad, a priori, es un tripartito de izquierdas con ERC y los Comuns. Sin embargo, Pere Aragonès ya adelantó anoche que estarán en la oposición.
Ahora, Puigdemont le hace otra propuesta: un Gobierno de coalición de Junts y ERC para «plantar cara a Madrid». El expresidente considera que «es momento de la unión estratégica» después de tantos años de división. Sin embargo, ambas fuerzas independentistas no suman mayoría y se quedan en 55 escaños, a 13 de la mayoría absoluta.
Por eso, Puigdemont pide la abstención del PSC porque recuerda que «no suma lo necesario sin los republicanos». Además, considera que un Gobierno independentista tendría mucha más fuerza, porque cree que Illa lideraría un ejecutivo «como el de Barcelona, donde hay parálisis y no pueden sacar adelante los presupuestos».
Junts y ERC ya han iniciado las conversaciones para llegar a un acuerdo, aunque de momento están «lejos» de llegar ni siquiera a un «marco negociador». El objetivo es evitar a toda costa la repetición electoral, porque Puigdemont opina que sería muy malo para la estabilidad de Catalunya, a pesar de que considera que le daría «más opciones» a su partido.
«Descartada la opción del tripartito de izquierdas, a no ser que se forme una alianza contra natura en la órbita socialista, no hay otra posibilidad de Govern en mayoría absoluta porque nosotros hemos descartado la sociovergencia«, ha añadido Puigdemont en su intervención desde el sur de Francia.