Carles Puigdemont se ha querellado contra Joaquín Aguirre, el juez del caso Volhov, por los presuntos delitos de prevaricación y malversación. Lo hace después de la decisión del magistrado de abrir una pieza independiente para investigar al expresidente catalán y a otros dirigentes catalanes por un delito de traición, no amparado por la ley de amnistía.
Puigdemont, su asesor Josep Lluís Alay y su abogado Gonzalo Boye han presentado la querella contra Aguirre ante el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC). Le acusan de realizar una investigación ilegal y piden que se le aparte temporalmente de la causa.
En la querella sostienen que la decisión de abrir una pieza separada es «arbitraria, estrafalaria e injusta». La Audiencia de Barcelona ya prohibió a Aguirre continuar con la investigación al anular las dos últimas prórrogas.
«Esta investigación mastodóntica y prospectiva, a la par que fantasiosa y en la que se ha incurrido en ingente gasto de dinero público, fue prorrogada», reconocen en la querella. También consideran que se deberiá apartar a Aguirre por hacer caso omiso al tribunal y continuar adelante con la investigación de unas supuestas conexiones del independentismo con Rusia.
«Así, vemos cuál ha sido la actuación del magistrado aquí querellado, quien pergeña, solo o en compañía de otros, un plan para incumplir el auto dictado por la Superioridad, consistente en desplazar unos hechos investigados de una pieza a otra o, dicho de otra manera, ha empleado un ilegal mecanismo de clonado desde una pieza hasta otra«, aseguran en la querella.
Además, acusan al juez Aguirre de intentar que no sean amnistiados, porque la investigación sobre alta traición llega con la publicación la ley de amnistía en el BOE.