Algunos de los casos de ciertas entidades públicas de nuestro país son, como dice la famosa expresión, ‘dignos de estudio’. Y es que, suelen acumular pérdidas millonarias cada ejercicio, mientras su respectivo presidente gana miles de euros al año. Un ejemplo claro de ello, y del que hemos hablado en diferentes ocasiones en este digital, es Correos, el ente que sigue funcionando en números rojos. Su actual mandatario es Pedro Saura, quien puede haber cobrado más de 208.000 euros brutos anuales a final de año. Una situación similar ocurre con Navantia. Ambas tienen también en común que pertenecen, en parte, a la Sociedad Estatal de Participaciones (SEPI). Hace 10 años, Estrella Digital se hizo eco de la polémica del Gobierno de Rajoy al no aclarar cuál era el ministerio de referencia de Navantia.
La compañía naval cerró el año pasado con unos ingresos de 1.434 millones de euros, un 7% más que en 2022, y también aumentó la contratación. Estas cifras no impiden que el ente reportara unas pérdidas de 121,85 millones de euros, un 25,7% más que el año anterior. Esta vez, a raíz del incremento de los gastos financieros por el alza de los tipos de interés. Otra empresa participada por la SEPI con un sueldo que supera el medio millón anual es Indra, como puedes comprobar en este enlace.
Estos números más complicados no han impedido que su presidente, Ricardo Domínguez, viera aumentada su retribución de un año a otro. Percibió 225.136 euros en 2023, según dio a conocer Navantia en su sección de transparencia. No obstante, ingresó 199.166 euros en 2022, aunque esta cifra no contemplaba la actualización salarial prevista. Es llamativo que es un salario que supera, prácticamente por el doble, al que cobra el propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de 90.010 euros.
El actual máximo mandatario de la entidad llegó al cargo en abril de 2021, cuando la remuneración para el puesto estaba fijada en 181.000 euros. Precisamente, sustituyó a Belén Gualda, que ahora es presidenta de la SEPI. Antes de esta designación, él desempeñaba el puesto de director del gabinete de Presidencia en Navantia y formaba parte del comité de dirección. “Su elección como presidente de la empresa es una apuesta por la continuidad en el rumbo emprendido para cumplir el Plan Estratégico”, tal y como apuntó la propia empresa en su momento.
Domínguez nació en Madrid en 1970 y es ingeniero agrónomo. Ha ejercido como director general de Industrias y Calidad y Promoción Alimentaria, así como viceconsejero de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio en la Junta de Andalucía. Entre 2010 y 2011 fue director del gabinete en el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino.
Generadora de empleo
Las retribuciones para el resto de los directivos e incluso de los empleados de la propia entidad no aparecen publicados en la sección de Transparencia de esta. Y precisamente, por este asunto, hace unos años tuvo que intervenir el Consejo de Transparencia y Buen Gobierno de la Administración central para que Navantia diera a conocer esta información a un reclamante que la solicitó. Públicamente, no se han dado a conocer los datos.
Para sus trabajadores, el rango de sueldo es muy amplio, desde los 1.266 euros al mes que cobraría un operario hasta los 52.000 euros que ingresaría un ingeniero naval, tal y como recoge el portal Glassdoor, en el que opinan los propios empleados. Según este mismo digital, el salario más alto sería para un ingeniero electrónico, que estaría sobre una estimación de 300.566 euros al año, mientras que el más bajo lo cobraría el puesto de Internship sobre unos 11.937 euros anuales, como estimación.
Con el incremento de pedidos y acorde a sus necesidades, Navantia llevó a cabo un plan de empleo que supuso la contratación de 413 personas en 2023. La plantilla actual asciende a 4.939 personas. De ellos, el 40% posee titulación universitaria, aunque la entidad continuó con su compromiso con la Formación Profesional, acogiendo a un total de 220 estudiantes, de los que 120 cursan estudios de FP dual.
Principales actividades
Del total de ingresos en 2023, correspondieron a actividades de Construcción Naval 653,4 millones de euros y 310,5 millones a Reparaciones. Por su parte, la unidad de Sistemas y Servicios aportó 228 millones de euros y otros 145,2 millones procedieron de Navantia Seanergies, la división de energías verdes responsable de la construcción de elementos para eólica marina offshore e hidrógeno verde.
Navantia consiguió contratos de importancia como el programa S80 de submarinos y el de fragatas F110 para la Armada española, el de corbetas Avante 2200 para Arabia Saudí y el negocio de reparaciones de buques civiles, así como la prestación de servicios para clientes del ámbito de la defensa.
Generó en la economía 24.500 empleos y más de 1.300 millones de euros de aportación al PIB español, según detalla la propia SEPI. La entidad no está obligada a presentar su propio presupuesto de forma individualizada y elabora el que se integra en el de la SEPI. Sus instalaciones se encuentran en la Bahía de Cádiz, Cartagena, Madrid y Ría de Ferrol.