Isabel García, directora del Instituto de las Mujeres, ha asegurado que tiene «la conciencia tranquila, la certeza de haber hecho las cosas bien», tras la publicación de un artículo en El Español que la acusa de haber obtenido 64 contratos de puntos violeta con ayuntamientos del PSOE.
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«Tengo la conciencia tranquila, la certeza de haber hecho las cosas bien y me siento muy orgullosa del trabajo que estamos realizando desde el Instituto de las Mujeres«, ha declarado García en un comunicado difundido en la red social X.
Según el reportaje de El Español, la directora del Instituto de las Mujeres habría recibido al menos 64 contratos públicos de ayuntamientos gobernados por el PSOE, con los que habría facturado alrededor de 250.000 euros a través de las empresas que comparte con su esposa, Elisabeth García.
Compromiso con la Transparencia y Defensa de la Integridad
En respuesta a estas acusaciones, García ha enfatizado en su comunicado que, siguiendo las instrucciones de la ministra, y «en aras de la transparencia«, se ha comprometido a proporcionar «toda la información que sea precisa sobre los mismos» para despejar cualquier duda sobre su gestión de las empresas y los contratos.
Además, la directora del Instituto de las Mujeres ha exigido una rectificación al periódico digital, al que acusa de verter «tan serias acusaciones» sobre su persona y su familia. García está estudiando emprender acciones legales contra el medio. «Está en juego mi integridad y mi honorabilidad y no voy a permitir que nadie ponga en duda mi carrera profesional», ha recalcado.
Cumplimiento de la Normativa de Altos Cargos
García ha explicado que, al ser nombrada directora del Instituto de las Mujeres en 2023, se puso en contacto con la Oficina de Conflicto de Intereses para recibir orientación sobre cómo proceder, debido a la normativa de altos cargos. «Se me indicó que debía actualizar mi situación profesional y que la ley me permitía mantener hasta un 10% de las empresas que compartía con mi mujer», señala.
De forma inmediata, procedió a mantener a su nombre solo un 8% de las empresas. «He cumplido y cumplo escrupulosamente la Ley reguladora de los conflictos de intereses de los miembros del Gobierno y de los Altos Cargos de la Administración General del Estado, como no podía ser de otra manera», subraya.
García también matiza que desde su toma de posesión, se ha desvinculado, no solo de la titularidad sino de la gestión de las dos sociedades en las que tenía participación, asumiendo la gestión exclusiva de las mismas su esposa.
Trayectoria y Compromiso con la Igualdad
La directora del Instituto de las Mujeres ha subrayado que durante toda su vida ha tenido «claro» el objetivo de «conseguir una sociedad en la que la igualdad real y legal entre mujeres y hombres fuese una realidad». Desde 2015, cuando comenzó su carrera política, se ha dedicado a iniciativas relacionadas con el feminismo, la igualdad de género y la lucha contra la violencia de género.
En 2022, «libre de responsabilidades políticas», decidió constituir una consultoría de igualdad junto a su esposa. «En ese momento yo ya no ostentaba ninguna responsabilidad orgánica, institucional ni de ningún tipo en el PSOE y decidí centrar mi actividad profesional en proyectos enfocados a la igualdad real entre mujeres y hombres», explica. Estos proyectos se ofertaban tanto a empresas privadas como a entidades públicas y semipúblicas.
Polémica por sus Discurso «Transfóbico»
El nombramiento de Isabel García como directora del Instituto de las Mujeres el 28 de diciembre pasado generó controversia inmediata. Colectivos trans y políticos de Sumar y Más Madrid pidieron su cese debido a sus discursos «abiertamente transfóbicos». Estos grupos denunciaron que García había mantenido discursos en contra de los derechos trans durante la tramitación de la Ley Trans.
Denunciaron que «los recortes de derechos trans llevados a cabo por Ayuso, con la derogación de aspectos fundamentales de las leyes trans y LGTBI de la Comunidad de Madrid, están en los mismos marcos ideológicos que defiende Isabel García».
Isabel García se enfrenta a un reto considerable para defender su integridad y la gestión del Instituto de las Mujeres ante estas acusaciones. Con su compromiso con la transparencia y su historial de lucha por la igualdad de género, García busca demostrar que ha actuado de acuerdo con la ley y que su labor sigue siendo fundamental para avanzar en los derechos de las mujeres en España.