El Ayuntamiento de Valencia desarrollará en los próximos cuatro años, a través de València Innovation Capital, un proyecto europeo estratégico dirigido a promocionar una mayor concienciación sobre la necesidad de un sistema alimentario y un consumo responsable y sostenible. Dentro de esta iniciativa forman parte también seis países europeos: Alemania, Grecia, Italia, Bélgica, Eslovenia y España. Tendrá un presupuesto de cinco millones de euros y la ciudad valenciana participará con un montante de 260.750 euros.
El enfoque será global, atendiendo conocimientos, tecnologías de datos, comportamientos y políticas que promuevan una alimentación más sana y sostenible. La concejala de Innovación del Ayuntamiento de València, Paula Llobet, ha explicado que SPOON “adopta un enfoque innovador de la inseguridad alimentaria, invita a la ciudadanía a implicarse en un entorno alimentario más inclusivo y sostenible”.
Los cuatro objetivos principales de SPOON son profundizar el conocimiento científico sobre los entornos alimentarios; aumentar la capacidad de los responsables políticos para tomar decisiones basadas en datos; fomentar la colaboración intersectorial e incrementar la capacidad de la ciudadanía para cambiar su comportamiento de consumo de alimentos y los entornos alimentarios locales.
La instalación de laboratorios
El marco conceptual de SPOON gira en torno a la implantación de seis laboratorios en Europa. Estas instalaciones se desarrollarán en las ciudades de Braunschweig (Alemania), Tesalónica (Grecia), Turín (Italia), Brujas (Bélgica), la región de Pomurje (Eslovenia) y Valencia.
Los ciudadanos que participan en estos laboratorios lo hacen como investigadores y sujetos, probando y validando herramientas digitales innovadoras para recopilar, analizar e interpretar datos sobre sus comportamientos de consumo de alimentos y entornos alimentarios locales para luego diseñar y ejecutar intervenciones de cambio de comportamiento a pequeña escala junto con otras partes interesadas.
En la capital valenciana se analizará, entre otras cuestiones, el consumo de productos locales y el desperdicio de alimentos, los residuos, el fomento de la agricultura ecológica y local y la promoción de productos y mercados locales, así como la incorporación de conceptos de alimentación sostenible y sana en programas para mejorar la dieta y la salud.