La denominada cuestión del “cupo catalán” ha ocupado en las últimas semanas las páginas de los principales medios de comunicación a nivel nacional, principalmente luego de que la vicepresidenta y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, negara la existencia de un concierto en favor de los catalanes.
“Ni es un concierto económico ni es una reforma al uso del modelo de financiación”, señaló Montero, quien asegura que la salida de Cataluña del régimen común no es más que “una fórmula que permite profundizar en el autogobierno al que Cataluña aspira y que considera importante para el desarrollo de sus competencias y de sus expectativas políticas en el futuro”.
Así, la responsable de la última entrega del Gobierno de Pedro Sánchez al independentismo busca una justificación alternativa para poder ceder el control de todos los impuestos que se pagan en Cataluña a cambio de que Salvador Illa sea nombrado presidente de la Generalitat. Una acción que, a entender de cualquiera, es un concierto económico al estilo del vasco y navarro.
Las diferencias entre el nuevo régimen catalán y los conciertos del País Vasco y Navarra
A través del nuevo régimen catalán, al que Montero prefiere referirse como “financiación singular”, Cataluña pasaría de gestionar el 9 % de los impuestos recaudados en la comunidad autónoma a gestionar la totalidad de los mismos, incluyendo el IVA, el IRPF, el Impuesto de Sociedades y los impuestos especiales.
Es precisamente aquí donde radica la principal diferencia entre el nuevo régimen catalán y los conciertos del País Vasco y Navarra, ya que, en estos territorios, el Estado todavía se encarga de gestionar algunas de las figuras tributarias, como el IVA; mientras que el concierto catalán pretende anular íntegramente las competencias del poder central.
En consecuencia, se prevé que, frente a esta concesión de la soberanía fiscal, la Generalitat pague un importe adicional al Estado en compensación por el coste de los servicios que este presta en Cataluña. Un cupo, como el que pagan las diputaciones forales, pero que Montero atribuye a la necesaria “solidaridad con las otras regiones españolas”.
No obstante, el verdadero problema no es que la ministra Montero niegue la existencia del concierto, sino que en el pacto no se especifica el monto del cupo que la Generalitat deberá pagar a la Administración Central, dejando todo en manos de una futura negociación en la que el Gobierno español podrá aumentar o reducir el monto según necesite del apoyo de los votos independentistas.
Josep Borrell asegura que el pacto fiscal con Cataluña “es un concierto”
Miembros del propio partido de Montero han salido a dar respuesta a las declaraciones de la ministra, desmarcándose de la actual postura del PSOE y de su llamativa cercanía con los independentistas. Entre ellos, Josep Borrell, alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y antiguo secretario de Estado de Hacienda durante el gobierno de Felipe González.
A este respecto, Borrell asegura de manera contundente que “las palabras tienen un significado” y que lo de Cataluña es, por tanto, “un concierto”, ya que “obedece a una lógica de concierto, sin ninguna duda, es lo que los manuales de Hacienda Pública dicen”. Un pacto fiscal con el que el Gobierno ha optado por “asumir el relato independentista”, tal y como señaló el exministro socialista.
Asimismo, el alto representante de la UE destaca que la consecuencia inmediata del nuevo régimen catalán es que “Cataluña tendrá en caja mucho más dinero del que tiene ahora. Y luego habrá que ver, cuando se pacte el sistema, qué parte se queda en Cataluña y qué parte va al Estado. Y eso yo no lo puedo definir en este momento, porque no está todavía acordado”, aseguró Borrell.
Carolina España carga contra el cupo catalán y afirma que Montero “está traicionando a los andaluces”
Por su parte, la portavoz del Gobierno de Andalucía, Carolina España, anunció este lunes que solicitará la creación de un fondo de nivelación temporal para Andalucía frente a la “singularidad” de la nueva soberanía fiscal catalana. Un nuevo sistema que afecta de forma directa a las comunidades infrafinanciadas como la andaluza, pues “por cada ciudadano recibimos 183 euros menos de media al año o 214 euros menos que un catalán”, aseguró la portavoz del gobierno popular.
Asimismo, España cargó contra Montero al señalar que la ministra “está traicionando a los andaluces” al aceptar el cupo catalán, y lamentó sus declaraciones, que considera “no son dignas de una ministra”. Para la líder popular, Montero está “defendiendo lo indefendible y no vamos a consentir que se tome por tontos a los andaluces”, subrayó.