Entre los desafíos más importantes a los que se enfrenta el Gobierno en la vuelta al curso político se encuentra la crisis migratoria, que se evidenció este domingo con la llegada de nuevos inmigrantes en la frontera de El Tarajal. Además, Sánchez deberá gestionar la situación en Cataluña, aprobar los Presupuestos Generales del Estado para 2025 y hacer frente al caso en el que se investiga a su esposa, Begoña Gómez.
El principal reto que espera a Sánchez este otoño es Cataluña, especialmente en lo que respecta a la financiación autonómica, un tema que ha generado tensiones tanto dentro como fuera del PSOE. No solo se vislumbran conflictos con otras comunidades autónomas, sino que también hay voces discordantes dentro de su propio partido. Entre los críticos destacan figuras como Emiliano García-Page, Adrián Barbón y Javier Lambán, quienes han mostrado reticencias a ceder en este asunto. Mientras que la vicepresidenta María Jesús Montero asegura que «no es un concierto económico», Josep Borrell, por su parte, tiene una visión opuesta y considera que sí lo es.
La aprobación de los Presupuestos Generales del Estado para 2025 es otro tema en la cuerda floja. Si no se logra un acuerdo sobre la financiación de Cataluña, partidos como ERC y Junts podrían obstaculizar la aprobación de las cuentas.
La falta de nuevos presupuestos no solo complicaría la puesta en marcha de reformas sociales, sino que también dejaría sin solución problemas tan urgentes como la escasez de vivienda en España, un tema que Sánchez pretende abordar en la próxima conferencia de presidentes, prevista para octubre o noviembre.
Por otro lado, los líderes autonómicos del PP quieren que la conferencia se enfoque en la crisis migratoria. La reforma de la ley de extranjería, que obligaría a las comunidades a acoger inmigrantes de otras regiones cuando estas estén desbordadas, es una de las prioridades para el PP, que también exige más recursos financieros para enfrentar la situación.
Antes de todo esto, Sánchez emprenderá una gira esta semana por varios países de origen de los migrantes, como Mauritania, Senegal y Gambia. En su agenda, ofrecerá a estos países una mayor inversión europea, que podría alcanzar los 500 millones de euros, a cambio de un control más estricto de sus fronteras.
Pero no acaba ahí. El presidente también tiene varios frentes abiertos en lo que a temas judiciales se refiere. Además del conocido caso Koldo, las investigaciones sobre su hermano y sobre su esposa, Begoña Gómez, siguen su curso. A esto se suma la falta de consenso en el recién renovado Consejo General del Poder Judicial para elegir a su presidente, el plan de regeneración democrática aún pendiente, y la situación de Carles Puigdemont que sigue fugado tras su breve paso por Barcelona, entre otros asuntos.