Estamos a pocos días del inicio del curso y, con él, de la implementación del “cupo latino” de Ayuso. Una medida anunciada en octubre del año pasado por el Gobierno de la Comunidad de Madrid y la Consejería de Educación, liderada por Emilio Viciana, mediante la cual los estudiantes latinoamericanos podrán acceder por primera vez a una rebaja significativa en el precio de su matrícula universitaria, equiparando las tarifas a las que pagan los estudiantes europeos.
Esta medida surge en un contexto en el que la globalización de la educación y la movilidad estudiantil son tendencias crecientes. Por ello, el gobierno de Isabel Díaz Ayuso pretende posicionar a la Comunidad de Madrid como la principal cuna de estudios superiores en español, al mismo tiempo que refuerza los lazos históricos y culturales que unen a España con los países de América Latina. Hasta el momento, el Decreto de Precios Públicos de las universidades madrileñas estipula que los estudiantes extracomunitarios deben pagar cada crédito al precio de una cuarta matrícula, dificultando así la llegada de muchos jóvenes latinos que enfrentan dificultades y barreras económicas.
En este sentido, la Comunidad de Madrid cuenta actualmente con más de 10.000 estudiantes latinoamericanos que se verían automáticamente beneficiados por la nueva medida. Una cifra bastante elevada, considerando que representa casi un tercio del total de 34.200 estudiantes internacionales inscritos; pero que parece no ser suficiente para la presidenta del Partido Popular, que en reiteradas ocasiones ha hecho hincapié en la “deuda” que tiene España con los países hispanoamericanos.
La rebaja, que ronda cerca del 85% del precio total de la matrícula, se aplicará a partir de este curso 2024/2025 en seis universidades públicas de Madrid: Universidad de Alcalá de Henares, Universidad Autónoma, Universidad Carlos III, Universidad Complutense, Universidad Politécnica y Universidad Rey Juan Carlos. Este descuento convierte a Madrid en una opción más accesible para estudiantes de la región, que a menudo encuentran en el coste de la educación un obstáculo insuperable para continuar con su formación académica en Europa.
De modo que, si el Gobierno regional asume el 85% de la matrícula de los estudiantes latinos, estamos hablando de que un estudiante hispanoamericano no residente que quiera formarse en Historia podría pasar de pagar 6.822 euros al año a pagar tan solo 1.015 euros; mientras que si quiere estudiar Medicina pasaría de pagar 8.180 euros a pagar 1.240 euros anuales.
Con la entrada en vigor de esta medida, la cifra de estudiantes internacionales en Madrid podría aumentar significativamente, desafiando así la capacidad de las universidades públicas madrileñas de acoger y atender las necesidades de una comunidad estudiantil más diversa sin comprometer la calidad de su enseñanza. Las universidades deberán adaptarse a esta nueva realidad, lo que podría suponer no solo ajustes en infraestructuras y recursos, sino también en la oferta académica y servicios de apoyo para estudiantes internacionales.
Una medida que sirve como puente entre Europa y América Latina, pero que supone un acto de discriminación positiva respecto a los cerca de 20.000 estudiantes árabes y chinos que seguirán pagando tasas significativamente más altas; siendo los chinos la nacionalidad extracomunitaria mayoritaria entre los universitarios que vienen a cursar sus estudios superiores en nuestro país.
Así, la partida económica para este “efecto llamada” que persigue la líder popular no bajaría de los 15 millones de euros. Una inversión rentable para un gobierno que pretende aumentar la comunidad hispanoamericana —que en la actualidad supone más del 8% del censo madrileño— para garantizar una bolsa de votantes fieles al Partido Popular, como ha quedado demostrado en las pasadas elecciones del 28-M o en las elecciones generales de julio, donde el recuento del voto exterior permitió a Alberto Núñez Feijóo obtener un escaño adicional por Madrid.
La Comunidad de Madrid publica las notas de corte para las universidades públicas del curso 2024/25