La Comunidad de Madrid se prepara para abrir el primer Centro de Atención Integral Especializado para hombres víctimas de violencia sexual en España, según anunció la presidenta Isabel Díaz Ayuso durante el Debate del Estado de la Región. Este centro, que contará con una inversión anual de 700.000 euros, comenzará a funcionar el próximo año y su creación ha generado reacciones mixtas en la Asamblea de Madrid.
El Gobierno regional ha justificado la necesidad de este centro al señalar que, en lo que va del año, han atendido a casi 250 niños varones víctimas de abusos sexuales, mayoritariamente perpetrados por adultos, y que cada año se asisten alrededor de 100 hombres que han sufrido violaciones o agresiones sexuales. Muchas de estas agresiones, indican, se cometen en contextos como el chemsex, una práctica que combina el consumo de drogas con la actividad sexual. Sin embargo, los datos nacionales reflejan que el 87% de las víctimas de violencia sexual en España son mujeres, lo que ha llevado a la oposición a cuestionar la prioridad de este proyecto.
Según el Ministerio del Interior, en 2023, el 87% de las víctimas de agresiones y abusos sexuales en España fueron mujeres, y solo el 13% fueron hombres. En delitos de abuso sexual con penetración, el 90% de las víctimas fueron mujeres, mientras que en otros tipos de delitos sexuales, como el acoso o el exhibicionismo, las cifras son igualmente desproporcionadas.
El anuncio ha sido ampliamente criticado por la izquierda. Manuela Bergerot, portavoz de Más Madrid, lo calificó como «una burla a las víctimas y una provocación al movimiento feminista», mientras que Juan Lobato, portavoz del PSOE, aseguró que «el cebo nos lo ha puesto con este centro», sugiriendo que Ayuso busca atraer la atención con un tema polémico.
Por su parte, la ministra de Igualdad, Ana Redondo, criticó el anuncio tildándolo de «ocurrencia frívola y perversión», argumentando que el objetivo de Ayuso es «enfrentar a las víctimas y a la sociedad». Redondo subrayó que ya existen centros en Madrid, como los Barnhaus, dedicados a la protección de menores y adolescentes víctimas de violencia sexual, y cuestionó si se va a aumentar el presupuesto para estos centros o para la lucha contra la violencia sexual que sufren principalmente las mujeres.
En contraste, Vox ha apoyado la medida. Rocío Monasterio, portavoz del partido, señaló que «igual que hay centros para mujeres víctimas, tiene que haber para varones», argumentando que no se puede permitir una desigualdad en la atención a las víctimas de violencia sexual.
Ayuso, en defensa de su propuesta, afirmó: «La sanidad pública madrileña atiende a 100 hombres aproximadamente al año víctimas de violación. Tendencia en aumento y cifras que irían a más, si no fuera porque muchos ni lo cuentan ni denuncian por miedo a ser estigmatizados». También recordó que la Comunidad de Madrid ha desarrollado una amplia red de asistencia en esta materia. Desde 2009, la región cuenta con el Centro de Atención Integral a Mujeres Víctimas de Violencia Sexual (CIMASCAM) y, en 2023, se abrió un Centro de Crisis 24 horas con atención especializada los 365 días del año.
Además de estos recursos, el gobierno madrileño tiene previsto abrir un centro pionero para ayudar a las mujeres a dejar la prostitución, ofreciéndoles recursos sociales, jurídicos y herramientas para su incorporación al mercado laboral, así como un centro especializado para víctimas de violencia con discapacidad intelectual.
A pesar de las críticas, el Gobierno regional defiende que el nuevo centro no restará recursos a los servicios ya asignados a las mujeres, y asegura que continuará trabajando en un protocolo de asistencia sanitaria urgente a niños y adolescentes víctimas de violencia sexual.