El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Valencia, formado por PP y Vox, pasa el primer examen a su gestión. El Hemiciclo de la casa consistorial ha acogido el primer Debate de Estado de la Ciudad, que se celebra en el tercer cuatrimestre del año, si no hay elecciones municipales, como ocurrió en 2023. Vivienda, turismo, transporte o inversiones han sido los principales puntos de la sesión. Pero, la alcaldesa María José Catalá ha sido la primera en intervenir con el recuerdo al incendio de Campanar, «uno de los momentos más complicados» de la ciudad, como ha remarcado, pero que ha servido para resurgir, también en una serie de medidas. Sucedió el 22 de febrero y fallecieron diez personas.
A pesar de tratarse de «una tragedia sin manual escrito, el ayuntamiento y la ciudadanía estuvieron a la altura», ha señalado la mandataria. En este sentido, ha hecho referencia a bomberos, policías locales, psicólogos e incluso trabajadores de la EMT o del propio consistorio. 99 familias tuvieron una casa cinco días después del incendio, donde han estado durante seis meses y «poco a poco han podido rehacer su vida». Catalá también ha dado su agradecimiento a la Generalitat Valenciana por, entre otras cosas, sus ayudas al alquiler, así como al resto de grupos políticos por responsabilidad y unidad.
Por ello, la alcaldesa ha anunciado la tramitación de la «medalla de la gratitud» a todos aquellos que prestaron su ayuda. Será la primera de la democracia. No es la única medida y es que a partir de ahora, «todo aquel constructor que quiera una licencia tendrá que presentar una ficha operativa de intervención que sirva a los bomberos a golpe de vista, para saber cómo está diseñado el edificio para una intervención en una catástrofe. Así nos convertiremos en una de las ciudades más operativas en las emergencias». Recordemos que la propagación virulenta del fuego en el edificio pudo deberse al material envolvente de la fachada. El código técnico de edificación debe ser modificado por el Gobierno central, pero el consistorio valenciano propondrá «una bonificación del 95% del ICIO para aquellas comunidades de características similares a la de Campanar que decidan cambiar estos materiales».
Con estas medidas, la alcaldesa ha querido hacer referencia a convertir la tragedia en oportunidad, como en la riada del 57, tras la que se decidió transformar el río «en el mayor jardín lineal de Europa», ha afirmado.
El ayuntamiento también quiere apostar por el cuerpo de bomberos, a los que Catalá califica de «ángeles de la guarda», por lo que se van a adquirir 16 nuevos vehículos por cuatro millones de euros.