El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha anunciado este lunes que los solicitantes de asilo en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas que se identifican como saharauis perseguidos serán deportados si la ley no avala su solicitud y se ratifica judicialmente. Grande-Marlaska ha subrayado que el Ministerio del Interior se ajustará siempre al «cumplimiento de la legalidad nacional e internacional», siguiendo la ratificación de los órganos judiciales.
Durante su intervención en un evento en León, el ministro aclaró que aquellos ciudadanos que no sean considerados acreedores de protección internacional serán devueltos a su país de origen, siguiendo el marco legal y con la correspondiente ratificación judicial.
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En relación con la situación actual, fuentes del Ministerio del Interior confirmaron que diez ciudadanos marroquíes detenidos en la sala de asilo del aeropuerto han iniciado una huelga de hambre para protestar por su situación, aunque cinco de ellos aceptaron el desayuno este lunes. La huelga ha sido denunciada también por una delegación de Podemos, liderada por Ione Belarra, quien criticó las condiciones inhumanas que sufren los retenidos y acusó al Gobierno de no querer «molestar» a Marruecos.
Por otro lado, la abogada del grupo en huelga, Fatma El Galia, denunció que entre los retenidos se encuentran casi treinta saharauis, algunos de los cuales han sido torturados en su país de origen, lo que justifica su solicitud de protección internacional. Según El Galia, estas personas llevan semanas retenidas en el aeropuerto y temen por su seguridad si son devueltas a Marruecos.