La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha desmentido de manera contundente las informaciones que apuntaban a un posible retraso en la implementación de la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales hasta 2026. “Es rotundamente falso”, afirmó la ministra al ser consultada sobre la propuesta supuestamente discutida en la última reunión del Gobierno con los sindicatos y la patronal. En este sentido, Díaz aseguró que el Ejecutivo mantiene su compromiso de cumplir con el acuerdo que contempla la reducción de las horas semanales sin que ello afecte a los salarios de los trabajadores.
En los últimos meses, la reducción de la jornada laboral ha sido un tema clave en la agenda del Ministerio de Trabajo, especialmente en un contexto en el que se demanda mayor flexibilidad y conciliación entre la vida laboral y personal. A este respecto, Díaz asegura que las negociaciones con los actores clave, como la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), están avanzando positivamente. “Hay margen para trabajar en positivo y alcanzar un acuerdo en una de las materias más esperadas por la sociedad española”, declaró la ministra, mostrándose especialmente optimista sobre la viabilidad de la reforma.
La reducción de la jornada laboral: implicaciones económicas y sociales
La propuesta que viene desarrollando el Ejecutivo desde el inicio de la actual legislatura busca reducir la jornada laboral de 40 a 37,5 horas semanales de manera gradual, sin que ello afecte las retribuciones salariales. El objetivo es mejorar la calidad de vida de los trabajadores, proporcionándoles más tiempo para responsabilidades familiares, ocio, formación y vida social, sin que esto conlleve una pérdida económica.
Asimismo, el Gobierno subraya los beneficios que esta medida podría generar en términos de productividad, ya que la propuesta de Díaz, basada en experiencias previas en países como Francia y Alemania, sostiene que trabajar menos horas de manera más eficiente puede aumentar el rendimiento laboral, lo que beneficiaría tanto a los empleados como a las empresas. Se trata, por tanto, de un enfoque que no se limita a la reducción de horas, sino que busca crear un entorno que optimice el tiempo y priorice el bienestar de los trabajadores.
No obstante, la pregunta por la productividad sigue siendo una de las principales preocupaciones en torno a la reducción de la jornada laboral. Una cuestión a la que la ministra y líder de Sumar ha respondido de forma contundente, aclarando que esta medida no debe interpretarse como una amenaza para la competitividad empresarial, sino como una oportunidad para modernizar el mercado laboral español. De hecho, Díaz destacó, que diversos estudios internacionales sugieren que reducir las horas de trabajo puede mejorar el desempeño de los empleados, ya que un equilibrio más saludable entre la vida laboral y personal reduce el estrés y, en consecuencia, aumenta la motivación.
Además, el Ministerio de Trabajo señaló que, desde un punto de vista macroeconómico, la implementación de esta reforma también podría tener efectos positivos en la creación de empleo, ya que, al reducir las horas semanales, algunas empresas podrían verse incentivadas a contratar más personal para cubrir las necesidades operativas, lo que ayudaría a reducir el problema estructural del desempleo en España. Un ejemplo claro de esta tendencia, según afirman, se observa en sectores como el tecnológico y el creativo, que han implementado con éxito jornadas más flexibles, estableciendo un precedente sobre cómo adaptar los modelos de trabajo a las demandas actuales sin comprometer la productividad.
Feijóo y el PP dispuestos a debatir sobre la reducción de la jornada laboral
Hasta ahora, el Partido Popular (PP) se oponía firmemente a la reducción de la jornada laboral, argumentando que cualquier cambio en este sentido podría perjudicar la competitividad de las empresas españolas. Sin embargo, en las últimas semanas, el líder popular, Alberto Núñez Feijóo, ha mostrado una mayor disposición a debatir sobre esta medida, aunque bajo condiciones específicas. En este sentido, Feijóo ha sugerido que, en algunos sectores, se podría implementar una semana laboral de cuatro días, con jornadas de entre 9 y 9,5 horas diarias, lo que permitiría mantener la productividad sin comprometer el rendimiento empresarial.
Asimismo, el líder del PP reconoció que España enfrenta un problema de productividad en comparación con otros países europeos y subrayó que cualquier propuesta de reducción de jornada debe centrarse en mejorar la eficiencia. “Nuestra prioridad debe ser cómo recuperamos la productividad de nuestra economía”, afirmó Feijóo, quien destacó que este será uno de los temas clave en las próximas reuniones con los sindicatos y la patronal.
En la misma línea, el presidente del PP también expresó que está dispuesto a explorar modelos más flexibles, siempre que se trabaje de forma conjunta con las empresas y los sindicatos, utilizando su propia gestión en Correos, donde redujo los índices de incapacidad temporal, como un claro ejemplo de colaboración. Así, Feijóo ha dejado la puerta abierta a una posible negociación sobre la reducción de los días laborales en determinados sectores, acercándonos cada vez más a una posible reforma del actual régimen laboral.
Feijóo se abre a estudiar la semana laboral de cuatro días para mejorar la productividad en España