El suceso principal que provocó la interrupción del servicio de la red ferroviaria madrileña fue el descarrilamiento de un tren sin pasajeros que estaba siendo trasladado por un túnel entre las estaciones de Atocha y Chamartín, un tramo clave en la red ferroviaria española.
Todo ocurrió cuando el tren, que estaba siendo remolcado hacia Chamartín, se desenganchó inesperadamente y comenzó a desplazarse de forma incontrolada por las rampas que conectan ambas estaciones. Tras recorrer unos cuatro kilómetros en dirección a Atocha, el tren terminó volcado, como se ha visto en las imágenes que circulan por internet. Para evitar una colisión mayor, se decidió provocar el descarrilamiento controlado del convoy; las autoridades de Seguridad Ferroviaria están investigando los hechos.
Sin embargo, fuentes sindicales han señalado que la maniobra de descarrilamiento fue intencionada para evitar un accidente más grave, versión respaldada por un audio procedente del centro de control de Adif publicado por VozPopuli.
El riesgo de un choque con un tren de pasajeros fue inminente
En el audio filtrado, se relata que un tren con pasajeros estaba detenido en la estación de Jardín Botánico, y el convoy sin control se dirigía directamente hacia él. «En Jardín Botánico había un tren con viajeros esperando, y el tren a la deriva iba a impactar contra él. Lo que hicieron fue desviar las agujas para evitar la colisión», explica la grabación.
Además, la situación se complicó aún más debido a un segundo incidente, en el que una persona accedió a una zona restringida.
Por su parte, los sindicatos alertan de un aumento de averías debido a la antigüedad de algunos trenes, afirmando que hasta un 20% de los convoyes están afectados. Sin embargo, desde el Ministerio de Fomento aseguran que el número de incidencias no ha crecido, pero el impacto es mayor porque la cantidad de viajeros se ha multiplicado por cinco en los últimos cinco años, alcanzando un récord de 128.000 pasajeros en un solo día.