José Antonio Maldonado, que ingresó en 1970 en el Cuerpo Facultativo de Meteorólogos, fue durante más de 20 años el ‘hombre del tiempo’ en TVE. Ahora, con 80 años, sigue colaborando en diferentes medios de comunicación y es el director de meteorología de una de las plataformas de referencia sobre información meteorológica a nivel mundial: Meteored: Tiempo.com.
ESTRELLA DIGITAL le ha entrevistado para conocer por qué se ha producido la DANA en la Comunidad Valenciana, si este tipo de fenómenos meteorológicos se pueden predecir y cuáles son las previsiones para los próximos días.
En relación con esta última cuestión, Maldonado avanza que «hay riesgo de que llueva fuerte en Andalucía, pero no con la intensidad y la virulencia de la DANA que se ha producido en Levante, sobre todo en la provincia de Valencia».
¿Qué circunstancias se tienen que dar para que se produzcan fenómenos meteorológicos como la DANA, que ha causado efectos catastróficos en el Levante español?
Para que se produzca una DANA (siglas de Depresión Aislada en Niveles Altos de la Atmósfera), que antes era denominada ‘gota fría’, pero se decidió cambiarle el nombre para que fuera más científico, se tienen que dar dos circunstancias: un embolsamiento de aire frío en las capas altas y un aporte de humedad.
Y, efectivamente, había vientos húmedos y cálidos procedentes del Mediterráneo. Como el aire cálido pesa menos que el frío, tiende a ascender; pero, además, al llegar ese aire cálido y húmedo a tierra, se encuentra con la orografía, que actúa en forma de cuña y lo lanza rápidamente hacia las capas altas (aproximadamente a 5.000 metros, que es la zona donde se producen fundamentalmente los fenómenos meteorológicos).
En esas capas altas, al encontrarse con el embolsamiento de aire frío, se producen condensaciones muy rápidas, desarrollo de nubes muy densas y el efecto son esas fuertes precipitaciones.
¿Y no se pueden predecir este tipo de fenómenos meteorológicos que conllevan tanta virulencia?
Es imposible de determinar el punto exacto donde se van a producir las precipitaciones más fuertes. Porque puede torrencialmente en un lugar y a no muchos kilómetros, llover mucho menos, como ha ocurrido en Valencia.
La DANA no está en un punto en concreto. Tiene un radio de acción. Y en todo ese radio de acción puede producir fuertes precipitaciones (como las que hemos visto), pero sin que se pueda determinar en qué lugar van a ser más torrenciales.
La ciencia llega hasta donde llega. La AEMET ya había dado un aviso rojo, que es el máximo que se da, pero lo que ha ocurrido ha superado las predicciones. Contra la naturaleza hay veces que no se puede luchar. Y eso es así.
Hacía usted mención a la orografía del terreno como un elemento determinante para que una DANA causase los terribles daños que estamos viendo en algunas zonas de la Comunidad Valenciana o Cuenca…
Efectivamente hay que tener en cuenta qué clase de terreno es. Porque en otras ocasiones ha llovido con mucha fuerza sobre localidades como Gandía y en Cullera (también en Valencia), pero esas aguas van al mar.
El problema viene cuando una DANA cae sobre localidades que están en el interior. Y si encima están en un barranco, todo se complica, como estamos viendo. El agua se lleva por delante todo lo que pilla a su paso.
¿Cuáles son las predicciones de esta DANA para los próximos días?
De cara a Valencia, puede llover, porque sigue habiendo vientos de componente húmedo. Pero serían entre 4-7 litros por metro cuadrado. Aunque, como se suele decir, y aunque sean pocos litros, llueve sobre mojado.
Ahora donde hay peligro es en Andalucía. La DANA se ha partido en dos, por decirlo coloquialmente. La de Valencia ya se ha convertido en borrasca (que es un fenómeno de menor intensidad), pero por el Golfo de Cádiz está entrando una depresión también que no sabría si denominarla DANA o no, pero que está produciendo lluvias fuertes en la provincia de Cádiz, porque lo estoy viendo en el radar.
También en Sevilla, Córdoba, en el área del Estrecho (bastante) y se va extendiendo a la de Málaga, que es donde se están temiendo las consecuencias, por desbordamientos.