La periodista y personalidad televisiva Aída Nízar ha presentado una denuncia formal contra el exlíder de Sumar, Íñigo Errejón, por una presunta agresión sexual que habría ocurrido en 2015 durante un evento en el que estaban presentes otros políticos y figuras públicas, incluyendo a la exalcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y el exdiputado Xavier Domènech. Según el relato de Nízar, Errejón le dio “un fuerte azote en las nalgas” en una situación pública y en presencia de testigos. Esta denuncia llega en un momento de gran tensión para Errejón y el partido Sumar, que ya enfrenta múltiples acusaciones de conducta inapropiada y acoso sexual presentadas contra el exdiputado en las últimas semanas.
Antecedentes y el surgimiento de un escándalo
El caso de Errejón comenzó a salir a la luz pública tras la denuncia inicial de la actriz Elisa Mouliaá, quien describió una serie de comportamientos acosadores y manipulativos por parte del político. Su denuncia, sumada a testimonios de otras mujeres que han presentado relatos similares, impulsó una ola de acusaciones que han provocado la salida de Errejón de Sumar y de todos sus cargos en el Congreso. Además, este escándalo ha dado lugar a intensas críticas sobre la respuesta de Sumar y su liderazgo para enfrentar la situación, así como a un replanteamiento de las prácticas y protocolos.
Reacciones políticas: Sumar, el PP y el impacto en la coalición de izquierdas
Yolanda Díaz, líder de Sumar, ha manifestado su “contundencia” en la gestión del caso, asegurando que el partido actuó con rapidez en cuanto se tuvo conocimiento de los hechos. En una reciente comparecencia en el Congreso, Díaz defendió su respuesta, alegando que la formación fue clara y decidida al apartar a Errejón de sus funciones y, además, calificó la situación como “un ejemplo de cómo el machismo está presente en todas las esferas, incluyendo el Congreso”. No obstante, las acciones de Díaz han sido objeto de críticas, especialmente por parte de la oposición, encabezada por Santiago Abascal, líder de Vox, y Alberto Núñez Feijóo, del Partido Popular, quienes acusan a Díaz de encubrir las denuncias hasta que se hicieron públicas. Ambos políticos exigen ahora que Díaz y otros miembros de Sumar asuman responsabilidades por la falta de transparencia en este caso.
La tensión ha generado una fuerte división política en el Congreso, donde el Partido Popular ha tachado la actuación de Sumar de “hipócrita” y de reflejar una doble moral en temas de igualdad y violencia de género. A su vez, la dirigente de Sumar, Rita Maestre, expresó su “devastación” por las denuncias y afirmó que el caso de Errejón “no representa al proyecto ni a los valores del partido”. Este intercambio de acusaciones ha intensificado las demandas de responsabilidad y ha puesto en el centro del debate la política interna en Sumar y en otras formaciones progresistas.
Medidas y reformas en Sumar
Sumar ha anunciado en respuesta, una serie de reformas en sus protocolos para asegurar un entorno seguro para todas las personas vinculadas al partido, comprometiéndose a evitar futuros incidentes de acoso o violencia de género dentro de sus filas. Según Amanda Andrades, secretaria de Feminismos de Sumar, el caso Errejón ha puesto en evidencia la necesidad de fortalecer los mecanismos de prevención y transparencia en todas las formaciones políticas. Además, aseguró que el partido revisará de forma exhaustiva sus protocolos y adaptará sus medidas para brindar mayor apoyo a las víctimas de acoso y violencia.
Consecuencias legales y posibles procesos judiciales
La nueva denuncia de Nízar podría llevar a un aumento en el escrutinio judicial del caso, ya que el juez encargado del proceso ha comenzado a evaluar la posibilidad de remitir la denuncia a un juzgado especializado en violencia de género. Esto podría dar lugar a un proceso de imputación formal contra Errejón, quien ya enfrenta una investigación en curso y cuya imagen pública ha quedado fuertemente afectada por las recientes revelaciones. Fuentes judiciales señalan que, de admitirse las nuevas pruebas, el caso podría evolucionar hacia un juicio formal con más testimonios que podrían salir a la luz, lo que intensificaría la presión pública y política.
El debate sobre violencia de género en la política
El “caso Errejón” ha reabierto el debate sobre la cultura de violencia de género en la política española, cuestionando la respuesta de los partidos ante las acusaciones y la necesidad de protocolos de acción más eficaces. Con Sumar y otros partidos bajo presión, la crisis ha puesto en entredicho la cohesión y la ética en el espectro progresista en un contexto donde la demanda social exige una postura firme contra el acoso y la violencia. En medio de este escenario, el futuro político de Sumar y de la izquierda en general se enfrenta a un momento de prueba clave.