En las últimas horas, la consellera de Justicia e Interior, Salomé Pradas, se ha puesto en el punto de mira. Primero, afirmó, en una entrevista a À Punt, que fue un técnico quien le advirtió que existía el sistema Es-Alert para alarmas de la Protección Civil, que para muchos llegó tarde.
Unas horas más tarde y ante el revuelo, en sus redes sociales manifestó que «conocía la existencia del sistema de envío masivo de mensajes de alertas a la población en casos de emergencias, sistema que se activó por parte del Cecopi una vez que el Ministerio de Transición Ecológica me reconoció a las 20 horas del 29 de octubre el riesgo inminente de rotura de la presa de Forata». Es la primera vez que se activa en la Comunidad Valenciana y llegó a los teléfonos móviles sobre las 20:12 horas de la tarde, un momento en el que algunas localidades ya se encontraban con inundaciones.
Los partidos de la oposición han opinado sobre el asunto. Compromís ha reiterado que el sistema de alertas se creó durante su paso por el Gobierno autonómico y que estaba operativo. El síndic Joan Baldoví considera que deberían desembocar en la dimisión de todos. Por su parte, el del PSPV, José Muñoz califica el hecho de «negligencia».
No pidieron ayuda y Mazón no estaba
Otra de las polémicas viene tras conocerse que la delegada del Gobierno, Pilar Bernabé, telefoneó a Pradas durante la mañana del 29 de octubre para ofrecerle ayuda y medios, como la UME, pero no hubo ninguna petición de la Generalitat. La consellera ha defendido su gestión y ha afirmado que aquel martes Bernabé no le trasladó «ninguna información alarmante». Ha añadido que se enteró por el alcalde de Utiel del desbordamiento del río Magro en la localidad y que provocó la reacción «inmediata» del Consell. La delegada del Gobierno español ha respondido llegará el momento de pedir responsabilidades, pero ahora «las personas que nos necesiten no se merecen que discutamos sobre esto».
Ese mismo día, Mazón no apareció en el Centro de Coordinación de Emergencias hasta las 19:00 horas de la tarde y se unió a la reunión, pero hubo que explicarle lo que se había tratado durante esas horas. Según ha desvelado hoy El País, el propietario del restaurante ha confirmado «sin ninguna duda» que acudió hasta ese establecimiento que se encuentra a unos 10 minutos andando del Palau de la Generalitat. No obstante, no ha querido decir con quién compartió la comida el president. No figuraba nada sobre esas horas en la agenda del ‘popular’. Cuando salió del local sobre las 18:00 horas de la tarde, el agua ya había llegado a Utiel. Él ha hablado poco sobre el tema, solo ha desmentido que estaba en un cumpleaños y que era un «almuerzo de trabajo», donde estuvo comunicado todo el tiempo.