El Gobierno de Valencia, liderado por Carlos Mazón, ha descartado categóricamente la posibilidad de dimisiones tras las recientes manifestaciones que exigían su renuncia por la gestión de la DANA.
En este sentido, la vicepresidenta y consellera de Servicios Sociales, Igualdad y Vivienda, Susana Camarero, aseguró en una rueda de prensa que la dimisión “no es una opción” en este momento. “Este gobierno no va a abandonar a las víctimas”, subrayó, enfatizando que centrarse en dimisiones en medio de una crisis de tal magnitud sería un despropósito.
Además, Camarero insistió en que el principal objetivo del Ejecutivo regional en este momento es la “restitución del daño provocado” y la reconstrucción de las zonas afectadas, asegurando que el Consell está “volcado” desde el primer día en dar respuesta inmediata a los municipios y a las personas que han sufrido las consecuencias de la catástrofe.
Respecto a la multitudinaria manifestación del sábado en Valencia, en la que se exigió la “dimisión inmediata” de Mazón y de su equipo por la gestión de la emergencia, Camarero expresó su comprensión por el “dolor, el sufrimiento, la frustración y la impotencia” de los afectados que participaron pacíficamente, destacando que la Generalitat hace suyo ese sentimiento de pesar.
No obstante, la vicepresidenta lamentó que algunos sectores politizaran la protesta, distorsionando el mensaje original de la convocatoria. De modo que, Camarero mostró su rechazo a los actos violentos que siguieron a la manifestación y agradeció la labor de la Policía, deseando una pronta recuperación a los 31 agentes que resultaron heridos.
El PP bajo presión interna ante la crisis de liderazgo de Mazón
La presión existente sobre Mazón no proviene únicamente de la sociedad civil, sino también de varios dirigentes del propio Partido Popular (PP) que han expresado su preocupación por la gestión de la crisis, apuntando a la necesidad de cambios dentro del equipo de la Generalitat para restaurar la confianza pública. Una inquietud interna que ha aumentado en los últimos días, tras ver al presidente valenciano “acorralado” por la situación.
En este sentido, testimonios internos señalan que la crisis ha una evidente “sensación de desgobierno” y una falta de liderazgo, especialmente en la tarde-noche del 29 de octubre, cuando se criticó a Mazón por no haber emitido alertas a la población y por haber estado presuntamente ausente mientras asistía a un almuerzo de trabajo con la periodista Maribel Vilaplana.
Acompañando a Mazón, entre las figuras más cuestionadas del Consell están la consejera de Innovación, Industria, Comercio y Turismo, Nuria Montes, por sus comentarios considerados poco empáticos, y la consejera de Justicia e Interior, Salomé Pradas, quien fue duramente criticada por los aparentes fallos en el manejo del sistema de alertas.
De modo que, ante la clara ausencia de liderazgo, algunos cargos del partido reconocen que “se han cometido errores de bulto muy graves” y sugieren una remodelación en el Gobierno valenciano para intentar recuperar la confianza de la ciudadanía. “La gente tiene una percepción y eso es muy difícil cambiarlo”, sostienen desde el PP, que intenta no abandonar a su líder regional en un momento tan crítico, pero que cuestiona el hecho de brindarle apoyo incondicional tras los “errores evidentes” cometidos.
Otra de las cuestiones que preocupa a los populares está vinculada a la necesidad del Gobierno de Mazón de contar con el apoyo de VOX en el Parlamento autonómico, ya que consideran que la formación derechista podría aprovechar la crisis para “desgastar” al presidente valenciano, dificultando cualquier intento de reestructuración interna.
Asimismo, sectores del partido temen que los “errores” de la Generalitat afecten a la marca PP a nivel nacional y que las protestas en la región, alentadas por grupos de izquierda, se expandan a otras ciudades y alimenten un “caldo de cultivo” que perjudique la imagen popular. De modo que, algunos parlamentarios aseguran que Feijóo podría verse forzado a distanciarse de Mazón si se amplían las investigaciones y se hace necesario depurar responsabilidades.
Miles de valencianos asisten a una manifestación contra la gestión de la DANA