La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, defendió con firmeza el intento del Partido Popular de frenar el nombramiento de Teresa Ribera como vicepresidenta de la Comisión Europea. “Apoyo 100% que se vete a Ribera en Europa porque, después de lo que ha sucedido en Valencia, no veo bien premiar a ningún político”, aseguró Ayuso durante la sesión de control de este jueves en la Asamblea de Madrid.
En este sentido, la líder madrileña acusó directamente al PSOE de fomentar una agenda de autopromoción en lugar de asumir las responsabilidades correspondientes. “Hay que tener un ego y estar realmente despegado para, encima, ir a ponerse medallas en ningún sitio”, afirmó Ayuso, en respuesta a la intervención del portavoz socialista, Juan Lobato, quien irónicamente celebraba la falta de respaldo de la presidenta al movimiento del Partido Popular en Bruselas.
Asimismo, Ayuso calificó las maniobras políticas de Sánchez como parte de la “gran corrupción” que rodea al Gobierno socialista, en un intento por transformar todas las instituciones en herramientas partidistas. “¿La amnistía, borrar delitos del Código Penal, sacar etarras y a condenados de los EREs de Andalucía estaba en algún programa electoral?”, preguntó Ayuso, denunciando que España se encuentra “secuestrada por una banda que opera al margen de la ley”.
Por último, la líder popular le reprochó a Lobato que viniera al pleno a darle lecciones de calidad democrática, cuando su líder ha asegurado públicamente que “gobernará con o sin Parlamento”. Una frase que, según Ayuso, perseguirá al presidente Sánchez “el resto de su vida”, poniendo de manifiesto el deseo socialista de mantenerse en el poder a toda costa, aunque esto implique “convertir en un mercado persa el Congreso de los Diputados para devolverse favores entre todos” o incluso “votar con la extrema derecha en Europa, con tal de seguir con las medallitas”.
Ayuso se desmarca de Mazón
Aunque la presidenta respaldó sin fisuras la postura de Alberto Núñez Feijóo frente a la candidatura de Ribera, durante su intervención Ayuso evitó pronunciar el nombre de Carlos Mazón, dejando entrever una cierta distancia entre el ejecutivo madrileño y la Generalitat Valenciana, cuya actuación frente a la DANA ha generado una fuerte controversia. Una actitud que algunos interpretan como un intento de desmarcarse de la crisis política que atraviesa el PP en la Comunidad Valenciana, después de que Mazón reconociera que el Consell reaccionó tarde al desbordamiento del barranco del Poyo, provocando una catástrofe que ha dejado más de 200 fallecidos y numerosos municipios devastados.
“No estamos para premiarnos entre políticos en este momento, con lo que ha sucedido en Valencia. Un poquito más de pies en el suelo”, fue la frase de la presidenta madrileña que subrayó el portavoz socialista, Juan Lobato, celebrando que no se haya pronunciado en defensa de su compañero de partido y calificando su postura como un “elemento novedoso” que refleja la creciente división en el seno del PP. Asimismo, durante el pleno, Lobato criticó la estrategia de polarización de Ayuso, instando a la presidenta a priorizar medidas concretas en lugar de “apretar el botón de la radicalidad”.
No obstante, la portavoz de Vox, Isabel Pérez Moñino, ha interpretado el silencio de Ayuso de manera muy diferente, recordando que, más allá de que la presidenta madrileña discrepe o no con la gestión valenciana de la DANA, igualmente pertenece al partido político que ha defendido y que sigue defendiendo a Carlos Mazón.
De modo que, aunque la postura de Ayuso sobre la gestión del PP valenciano sigue siendo una incógnita, sus declaraciones refuerzan su imagen de independencia dentro del partido, manteniendo un equilibrio complicado entre el respaldo a la estrategia de Feijóo y el distanciamiento de las crisis políticas que afectan a otros líderes autonómicos.