Hacienda celebra el acuerdo de PSOE y Podemos que permitirá avanzar hacia un sistema fiscal más redistributivo.
El PSOE y Podemos han alcanzado un acuerdo clave para impulsar una nueva proposición de ley que regule un impuesto a las empresas energéticas, garantizando así el apoyo del grupo morado a la reforma fiscal que se votará este jueves en el Congreso. Este pacto asegura la aprobación de un paquete fiscal que incluye, entre otras medidas, un impuesto mínimo global del 15% para multinacionales, además de nuevos gravámenes.
Según detalla el comunicado de Podemos, el acuerdo prevé la creación de una comisión negociadora con los socios parlamentarios del bloque de investidura, que trabajará en el diseño de esta nueva figura tributaria. El texto destaca que el objetivo es lograr una «justa contribución» de las energéticas, compatible con los compromisos de descarbonización ya pactados con Junts.
Compromiso a largo plazo
Si no se logra un consenso antes del 31 de diciembre, el Gobierno se ha comprometido a prorrogar el actual gravamen sobre las empresas energéticas hasta 2025 mediante un decreto ley. Este compromiso también responde a las demandas de grupos como ERC, Bildu y BNG, que ya habían recibido garantías de Hacienda en este sentido.
El ministro de Presidencia, Félix Bolaños, ha jugado un papel clave en las negociaciones, según reconocen fuentes de Podemos, quienes confían en que su compromiso garantizará el cumplimiento del pacto. Además, insisten en que el impuesto a las energéticas será permanente y que trabajarán para que sea lo más ambicioso posible.
Montero celebra el acuerdo
Tras conocerse el pacto, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, destacó que permitirá la aprobación de una reforma que traerá un sistema fiscal «más justo y redistributivo». Desde los pasillos del Congreso, Montero felicitó a «todos los grupos políticos por su capacidad de diálogo y negociación» y valoró las largas horas de trabajo que, según sus palabras, «finalmente dan sus frutos».
Además, confirmó que en la mesa negociadora estarán presentes no solo el Gobierno y Podemos, sino también partidos como ERC, Bildu, PNV, Junts y Coalición Canaria. Montero se mostró optimista respecto a la posibilidad de que Junts y PNV se sumen al acuerdo para establecer el nuevo impuesto.
Tensiones en la negociación
A pesar del éxito final, desde Podemos reconocen que enfrentaron «mucha presión» por parte del ala socialista durante las negociaciones. Fuentes del partido aseguran que resistieron propuestas alternativas del Gobierno, como incluir medidas en decretos relacionados con ayudas por el temporal, algo que consideraron insuficiente.
Asimismo, Podemos rechazó la estrategia inicial del PSOE de señalar a Junts como el único responsable de bloquear el impuesto. En su lugar, apostaron por involucrar a todos los socios en el diseño del gravamen, con la intención de lograr un consenso amplio.
Satisfacción de los socios
Representantes de otros partidos del bloque de investidura, como Miriam Nogueras (Junts) y Gabriel Rufián (ERC), también han valorado positivamente el acuerdo alcanzado. Ambos subrayaron la importancia de garantizar que las grandes empresas energéticas contribuyan de manera equitativa a las arcas públicas.
Con este pacto, el Gobierno no solo asegura la aprobación de la reforma fiscal, sino que también refuerza su posición de cara a futuras negociaciones presupuestarias, consolidando su mayoría parlamentaria en un contexto político marcado por la búsqueda de acuerdos plurales.