El Gobierno de España ha adjudicado a la empresa TEKPAM Ingeniería SL un contrato por 486.420 euros para el alquiler de cuatro sismómetros de fondo marino (OBS), con opción a compra, destinados a un estudio sismotectónico en el Estrecho de Gibraltar. Un análisis que forma parte del proyecto para la construcción del túnel submarino que conectará España con Marruecos.
La adjudicación se realizó el pasado 17 de octubre, tras un proceso de licitación publicado por la Sociedad Española de Estudios para la Comunicación Fija a través del Estrecho de Gibraltar (SECEGSA) en agosto, aunque que se formalizó el 6 de noviembre. Una licitación en la que únicamente participó TEKPAM Ingeniería SL, con sede en Guadarrama (Madrid), ofreciendo un presupuesto ligeramente inferior a los 487.000 euros estimados inicialmente.
Especializada en sismología, telecomunicaciones y energía solar, la firma proporcionará los sismómetros para la campaña de investigación denominada Capitán de Navío Manuel Catalán Morollón, que será llevada a cabo por el Real Instituto y Observatorio de la Armada en San Fernando (Cádiz) durante un periodo de seis meses.
El túnel submarino: un símbolo de la nueva etapa en las relaciones entre España y Marruecos
El proyecto para establecer un enlace fijo entre Europa y África se remonta a 1980, cuando España y Marruecos firmaron un acuerdo bilateral que dio lugar a la creación de SECEGSA, en representación española, y de la Sociedad Nacional de Estudios del Estrecho de Gibraltar (SNED), por parte marroquí. Desde entonces, ambas entidades han llevado a cabo estudios sobre las condiciones geológicas, oceanográficas, sísmicas y meteorológicas del Estrecho, entre los que destacan excavaciones a escala real de las galerías submarinas en las proximidades de Tánger, así como ensayos geotécnicos en tierra cerca de Tarifa.
En 2014 se desplegaron ya tres sismómetros en colaboración con la Armada española para estudiar la actividad sísmica en la zona, obteniendo datos que resultaron esenciales para determinar las posibles ubicaciones del túnel. De modo que el trazado propuesto actualmente contempla un túnel de 38,5 kilómetros entre Punta Paloma (España) y Tánger (Marruecos), de los cuales 27,7 kilómetros serían submarinos. Un diseño que incluye dos túneles ferroviarios paralelos, que recuerdan al modelo del Eurotúnel entre Francia y Reino Unido.
El renovado impulso al proyecto está ligado a la mejora de las relaciones entre España y Marruecos, especialmente tras el encuentro en abril de 2022 entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el rey Mohamed VI, donde el Gobierno español respaldó el plan de autonomía marroquí para el Sáhara Occidental, cerrando una etapa de fuertes tensiones diplomáticas.
De allí que, en febrero de 2023, durante la Reunión de Alto Nivel (RAN) celebrada en Rabat, la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, calificara el túnel como un «proyecto estratégico» y anunciara la reactivación de los estudios técnicos. Todo ello, seguido por una reunión telemática del comité mixto hispano-marroquí, en abril de ese mismo año, para analizar los avances del proyecto.
Adicionalmente, el interés en este proyecto se ha visto reforzado por la organización conjunta del Mundial de Fútbol de 2030, que será acogido por España, Portugal y Marruecos. Un evento que, según SECEGSA, constituye un claro ejemplo de cómo la creación de este enlace fijo entre Europa y África podría generar un «desarrollo económico y social sin precedentes» para las regiones adyacentes de Andalucía y el norte de Marruecos, además de promover el crecimiento de las redes de transporte y el fortalecimiento de los lazos entre la Unión Europea y el Magreb.
Sin embargo, desde el Ministerio de Transportes subrayan que el proyecto sigue en fase de estudios preliminares, asegurando que la ejecución final del túnel requerirá la firma de nuevos acuerdos bilaterales y la consecución de una inversión multimillonaria, dado el alto coste asociado a la infraestructura.
Se trata, por tanto, de un proyecto en pleno desarrollo que requiere del alquiler de los sismómetros para continuar con esta iniciativa de largo recorrido, que podría transformar significativamente las relaciones económicas y sociales entre España y Marruecos.
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