Tras su dimisión como secretario general del PSOE-M, Juan Lobato ha decidido conservar su escaño en el Senado, al que accedió por designación autonómica de la Asamblea de Madrid. Una decisión que quedó confirmada este martes, con la asistencia del exsecretario general del PSOE-M a la sesión plenaria de la Cámara Alta, donde fue testigo del enfrentamiento verbal entre el ministro Óscar López y Alfonso Serrano, número dos de Isabel Díaz Ayuso, en torno al polémico documento con información confidencial del novio de la presidenta madrileña, presuntamente filtrado por el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz.
A este respecto, fuentes parlamentarias aseguran que Lobato será reubicado en una fila más alta del hemiciclo, lejos del banco azul del Gobierno y de la tribuna de oradores. Un movimiento que forma parte de una reorganización mucho más amplia dentro del grupo socialista, dados los recientes cambios en la ejecutiva federal del partido tras la celebración del congreso federal del PSOE en Sevilla.
A pesar de la gran expectación que generó la presencia de Lobato tanto en el pleno como en la reunión previa del grupo socialista, el exlíder madrileño optó por no ofrecer declaraciones oficiales a los medios. Sin embargo, en una conversación informal con los periodistas, Lobato dejó claro que no se arrepiente de haber llevado al notario los mensajes intercambiados con La Moncloa sobre la investigación que involucra a la pareja de Ayuso. “¡Cien veces lo haría igual!”, afirmó tajantemente el diputado y senador.
Asimismo, Lobato descartó cualquier intención de postularse como candidato a las primarias del PSOE-M, que se celebrarán a principios de 2025, anticipando que el ministro Óscar López será el único aspirante a liderar la federación socialista madrileña. En este sentido, Lobato sostuvo que no se presentará a las primarias, ya que, tal y como expresó en su comunicado de renuncia, no está de acuerdo con la estrategia actual del PSOE frente a Ayuso que, según él, supone “combatir la polarización con más polarización”.
No obstante, dejando de lado las críticas a la actual estrategia socialista, Lobato se mostró tranquilo y agradecido con las numerosas muestras de apoyo que ha recibido por parte de militantes y compañeros del partido, revelando que mantuvo conversaciones por mensaje con el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, así como con personas allegadas al expresidente Felipe González.
Óscar López confirmará su candidatura el día jueves
Con la negativa de Lobato a presentarse como candidato a la secretaría general del PSOE-M, todas las miradas están puestas sobre el ministro de Transformación Digital y Función Pública, Óscar López, quien anunciará mañana jueves su candidatura. Un movimiento que dará inicio al proceso de primarias convocado por la comisión gestora que preside Isaura Leal.
De modo que, siguiendo el calendario establecido por la comisión gestora, los aspirantes podrán presentar sus candidaturas a partir del 7 de diciembre, iniciando un periodo de recogida de avales que se prolongará hasta el 14 de ese mismo mes. Posteriormente, entre el 14 y el 17 de diciembre se procederá a la proclamación de los candidatos, y, en caso de que existan más de un aspirante, el calendario contempla un periodo de campaña que se desarrollará entre el 18 de diciembre y el 10 de enero.
Las votaciones se celebrarán el 11 de enero, y si fuera necesario realizar una segunda vuelta, ésta se llevará a cabo el 18 de enero. Todo ello con el objetivo de celebrar el XV Congreso Regional de los socialistas madrileños entre el 1 y 2 de febrero de 2025.
No obstante, el liderazgo de López parece casi asegurado, ya que desde Ferraz sostienen que su experiencia y compromiso lo convierten en la mejor opción para suceder a Lobato. En este sentido, la portavoz socialista en el Ayuntamiento de Madrid, Reyes Maroto, afirmó el día lunes que el ministro López “es un candidato brillante, trabajador y conocedor de la realidad madrileña”, subrayando la importancia de contar con un líder fuerte capaz de enfrentar al gobierno popular de Ayuso. Una postura que también comparte el alcalde de Fuenlabrada, Javier Ayala, quien respaldó públicamente la candidatura del ministro y descartó presentarse como candidato a las primarias.
Se trata, por tanto, de un liderazgo claramente consolidado con el que los socialistas madrileños pretenden poner fin a la actual etapa de inestabilidad provocada por la renuncia de Lobato y fortalecer su posición en la Comunidad, con el objetivo de desafiar la actual hegemonía del Partido Popular en la región.