El excomisario José Manuel Villarejo ha comparecido este miércoles en el Congreso de los Diputados, en el marco de la Comisión que investiga los atentados de Barcelona y Cambrils. José Manuel Villarejo ha lanzado graves acusaciones relacionadas con los atentados yihadistas de agosto de 2017 en Barcelona y Cambrils (Tarragona). Según el excomisario, esas tragedias, que dejaron 16 víctimas mortales, podrían haber sido evitadas, y asegura haber advertido de su posible ocurrencia al Centro Nacional de Inteligencia (CNI) años antes. «En 2015 alerté de esas posibilidades».
Durante su intervención, Villarejo ha lamentado, con respecto a la desclasificación de los documentos que según él remitió al CNI con sus alertas previas, que «no se van a desclasificar», a pesar de que la comisión investigadora los ha solicitado.
Villarejo señala a Sánz Roldán
El excomisario ha apuntado al exdirector del CNI, Félix Sanz Roldán, señalando que tenía «la manía» de organizar «comandos virtuales» con el objetivo de desactivarlos antes de que llegaran a actuar. No obstante, asegura que en el caso de los atentados de Cataluña esa táctica terminó escapando de su control.
Estas declaraciones se producen una semana después de que Félix Sanz Roldán, el general aludido, negara categóricamente cualquier posibilidad de que los servicios de inteligencia pudieran haber prevenido los ataques, calificando de «vileza» cualquier insinuación que sugiera lo contrario.
Datos evidentes
El excomisario sustenta sus declaraciones en lo que describe como «datos evidentes». Entre ellos, mencionó que el imán de Ripoll, considerado el cerebro de los atentados, estaba a punto de ser expulsado, pero que finalmente no lo fue tras «recibir una visita y un informe». Además, Villarejo aludió a la implicación de un delegado del Gobierno que supuestamente le habría concedido asilo al imán.