El expresidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont, ha anunciado este lunes que su partido, Junts per Catalunya, ha registrado en el Congreso de los Diputados una iniciativa parlamentaria en la que exige al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que se someta a una moción de confianza.
Desde Bruselas, en una rueda de prensa convocada para evaluar el primer aniversario del pacto alcanzado entre Junts y el PSOE para facilitar la investidura de Sánchez, Puigdemont ha asegurado que «Hoy Sánchez sigue demostrando que no es de fiar».
Reclamación basada en el artículo 112 de la Constitución
La iniciativa registrada por Junts per Catalunya pretende que Sánchez plantee la moción de confianza, un mecanismo regulado en el artículo 112 de la Constitución y que, por norma, solo puede ser solicitado por el propio presidente del Gobierno.
El anuncio se ha producido durante una conferencia en el Club de Prensa de Bruselas, donde Puigdemont, acompañado por la cúpula de Junts, ha hecho un balance del cumplimiento del acuerdo con el PSOE. El expresidente catalán considera que «Ha llegado el momento de un punto de inflexión o de dejarlo correr para no hacer perder el tiempo ni la paciencia a nadie».
Falta de compromiso político
En paralelo, el Grupo Parlamentario Junts per Catalunya, encabezado por la diputada Miriam Nogueras, ha presentado una proposición no de ley en el Congreso, en la que se insta formalmente a Sánchez a someterse al debate sobre la moción de confianza. Según Junts, esta medida responde a lo que consideran una «falta de voluntad política» por parte del presidente para cumplir de manera efectiva y ágil los compromisos adquiridos en el acuerdo de investidura.
En la exposición de los motivos de la propuesta, Junts argumenta que, después de más de un año de legislatura, no se ha logrado construir la confianza necesaria para garantizar el desarrollo del resto del mandato. Según el texto, esta dinámica ha minado las bases del entendimiento, lo que exige contundentes para replantear la relación entre ambas partes.
Así, la falta de avances en aspectos clave del acuerdo alcanzado por ambas formaciones y las discrepancias en el enfoque político han llevado al partido de Puigdemont a marcar un claro distanciamiento y a exigir respuestas concretas.
Con esta propuesta sobre la mesa, el Gobierno debe decidir cómo afrontar esta cuestión que pone en jaque la estabilidad de la legislatura.