La exministra de Igualdad y eurodiputada de Podemos, Irene Montero, ha arremetido este viernes contra Desokupa, a la que ha definido como una “banda de neonazis” que actúa con “impunidad” en España. Montero ha exigido al Gobierno medidas inmediatas para ilegalizar esta entidad, acusándola de hacer negocio mediante la “persecución de las personas más vulnerables”.
Montero realizó estas declaraciones a las puertas de la Taberna Garibaldi, en el barrio de Lavapiés, donde presentó su libro “Algo habremos hecho”. Acompañada por la secretaria general de Podemos, Ione Belarra, la exministra destacó el apoyo de centenares de personas que se concentraron para respaldarla frente a la posible irrupción del líder de Desokupa, Daniel Esteve, quien finalmente no acudió.
Respuesta popular contra el fascismo
Montero elogió la “respuesta popular antifascista” del barrio de Lavapiés, asegurando que los vecinos han dejado claro que las “feministas, antifascistas y personas racializadas” son mayoría frente a las acciones de estas organizaciones.
“La respuesta del barrio ha sido ejemplar. Así se para el fascismo, echando a estas bandas de neonazis y escuadristas que hacen negocio con el odio y la persecución”, afirmó la exministra. Además, reclamó una actuación firme por parte de las instituciones y del Gobierno, instándoles a tomar medidas contundentes para frenar a grupos que, según sus palabras, son el “brazo militarizado del fascismo político”.
Montero también denunció que estas organizaciones atacan a los colectivos más vulnerables, señalando que “primero van a por los más pobres, luego por Podemos, y después atacarán a sindicatos y migrantes”.
Daniel Esteve y las “amenazas”
Preguntada sobre la ausencia de Daniel Esteve, líder de Desokupa, quien había insinuado en redes sociales que irrumpiría en el acto, Montero destacó que su “amenaza” quedó en nada gracias a la “respuesta popular organizada” de los vecinos de Lavapiés.
“Hoy no ha venido porque sabe que esta vez había una respuesta contundente. Pero no podemos olvidar que llevan meses acudiendo a las casas de gente que no tiene nada, para echarlas”, denunció Montero, instando nuevamente a una respuesta institucional que complemente la acción ciudadana.
Llamamiento a las instituciones
La exministra enfatizó que es necesario “responder al fascismo” tanto desde las calles como desde las instituciones. Reiteró que permitir que grupos como Desokupa operen en una “democracia europea en pleno 2025” es intolerable y que las autoridades deben actuar para garantizar que estas organizaciones no sigan actuando con “absoluta impunidad”.
Por último, Montero expresó su confianza en que el Gobierno “tome nota” de la movilización popular y asuma su responsabilidad en frenar el avance de lo que considera una amenaza contra los derechos fundamentales en España.
Enfrentamiento entre colectivos sociales y organizaciones como Desokupa
Este episodio se enmarca en el continuo enfrentamiento entre colectivos sociales y organizaciones como Desokupa, cuyo papel en el desalojo de viviendas genera fuertes controversias en España. Mientras los críticos los acusan de actuar al margen de la ley y promover el odio, sus defensores los presentan como una solución ante el problema de la ocupación ilegal.
La situación en Lavapiés pone de manifiesto las tensiones políticas y sociales que acompañan este debate, consolidando el papel del activismo vecinal como una herramienta clave en la lucha contra el avance de lo que muchos consideran prácticas abusivas y excluyentes.