La ciudad de Torremolinos, referente internacional en la defensa de los derechos LGTBI, se ha visto sacudida por un episodio de homofobia que ha causado gran indignación entre la ciudadanía y las instituciones. Una discoteca, el Luxury moroccan club, que opera bajo el nombre de Casa Fátima Ino, publicó en sus redes sociales un reglamento en el que prohibía explícitamente la entrada a los «maricones», lo que ha desencadenado una oleada de críticas y la intervención de las autoridades.
Un reglamento discriminatorio
El reglamento, difundido a través del perfil privado del establecimiento en Instagram, incluía restricciones como la prohibición de «peleas, drogas, gorras, chanclas y maricones«. Asimismo, la publicación advertía que la dirección se reservaba el derecho de admisión y que cualquier «comportamiento irresponsable o agresivo» sería motivo de expulsión inmediata.
La cuenta del local pasó a ser privada tras estallar la polémica, pero las capturas de pantalla circularon rápidamente por las redes sociales, generando una contundente reacción social y política.
Medidas legales y administrativas
La Junta de Andalucía ha anunciado la apertura de un expediente sancionador contra los responsables del club, en virtud de la Ley 8/2017, que protege los derechos de las personas LGTBI y prohíbe cualquier forma de discriminación.
Por su parte, la alcaldesa de Torremolinos, Margarita del Cid, ha condenado enérgicamente este acto, calificándolo como «inaceptable» en una ciudad que es símbolo de la diversidad. Del Cid ha asegurado que el Ayuntamiento denunciará a los responsables por delito de odio y ha señalado que el local carecía de los permisos necesarios para operar, lo que convierte su actividad en ilegal.
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«Torremolinos es un prisma de color y diversidad. No vamos a permitir que actitudes homófobas ensucien nuestra ciudad. Los únicos que sobran aquí son ellos», ha declarado la alcaldesa en un comunicado difundido en sus redes sociales.
Reacción social y mediática
Las organizaciones LGTBI locales también han condenado el incidente, calificándolo como un «ataque directo a la igualdad y la dignidad de las personas». Facua Andalucía, por su parte, ha solicitado a la Fiscalía Provincial de Málaga que investigue si los responsables del club incurrieron en delitos de odio.
La polémica ha tenido una especial resonancia por el lugar en el que se produjo. Torremolinos acoge cada año eventos como el Pride, que reúnen a miles de personas de todo el mundo para celebrar la diversidad sexual, consolidando a la localidad como un destino emblemático para el turismo LGTBI.
Marco legal contra la discriminación
En España, el derecho de admisión debe aplicarse conforme a la ley, que prohíbe cualquier forma de exclusión basada en la orientación sexual, identidad de género u otras características personales. La legislación vigente garantiza la igualdad de trato y protege los derechos fundamentales recogidos en la Constitución Española.
Sin embargo, episodios como este subrayan la necesidad de seguir trabajando para erradicar los discursos de odio y promover una convivencia basada en el respeto y la inclusión.
Un recordatorio de lucha y reivindicación
La ministra de Igualdad, Ana Redondo, ha calificado el reglamento del club como «intolerable» y ha reiterado el compromiso del Gobierno en la defensa de los derechos LGTBI. «Este caso nos recuerda que no podemos bajar la guardia en la lucha por la igualdad y la dignidad de todas las personas», ha afirmado.
El episodio ha sacudido la imagen de Torremolinos como un lugar de referencia para la libertad y la diversidad, pero también ha demostrado la firmeza con la que las instituciones y la sociedad están dispuestas a combatir la discriminación.