El Consejo de Ministros ha remitido al Congreso documentación desclasificada del CNI sobre los atentados yihadistas del 17 de agosto de 2017 en Barcelona y Cambrils, en el marco de la investigación parlamentaria que trata de esclarecer las circunstancias previas a los ataques. Los informes revelan entrevistas realizadas en 2014 a Abdelbaki Es Satty, imán de Ripoll, mientras cumplía condena por tráfico de drogas en la cárcel de Castellón.
El Gobierno desclasificará documentos clave sobre los atentados de Barcelona y Cambrils de 2017
Tres entrevistas y una conclusión contundente
El CNI entrevistó a Es Satty en tres ocasiones con el objetivo de obtener información sobre sus posibles vínculos con el ámbito radical y terrorista, así como sobre la operación antiterrorista «Chacal», desarrollada en 2006 en Cataluña. A pesar de sus intentos, los agentes concluyeron que Es Satty no era un interlocutor fiable, calificando su actitud como de «total desconfianza».
En el informe fechado el 24 de abril de 2014, los agentes destacan que el imán mostró reticencias a profundizar en los temas tratados, respondiendo con evasivas o simplemente guardando silencio. «Es preciso mantener una gran cautela. Es un individuo del que no se tiene ninguna fiabilidad ni confianza«, afirma el documento.
Información limitada y evasiva
Durante las entrevistas, Es Satty identificó a algunos de los detenidos en la operación «Chacal» mediante fotografías, pero no ofreció datos relevantes sobre los «presos radicales» ni sobre sus prácticas religiosas. Según el informe, el imán alegó no conocer a ninguna figura destacada que siguiera de manera estricta la doctrina islámica. Además, preguntó explícitamente a los agentes para qué se utilizaría la información que proporcionara, algo que reforzó las dudas sobre su colaboración.
La sombra de los atentados de 2017
Abdelbaki Es Satty fue señalado como el líder de la célula que perpetró los atentados en Las Ramblas de Barcelona y en Cambrils, ataques que dejaron 16 víctimas mortales y más de un centenar de heridos. La documentación desclasificada pone de manifiesto que, tres años antes de los atentados, el imán ya era objeto de interés por parte de los servicios de inteligencia, aunque su perfil no generó confianza como posible colaborador.
Una investigación en marcha
La remisión de estos informes al Congreso se enmarca en la comisión parlamentaria, formada por 29 comparecientes (pactada por PSOE, Sumar, Junts y ERC, y con el voto en contra del PP y Vox, y la abstención del PNV) que investiga los atentados de 2017, donde se han solicitado más detalles sobre el conocimiento previo que tenían las autoridades españolas acerca de Es Satty y su entorno.
Precisamente el objeto de esta Comisión consiste en esclarecer el papel del imán al frente de la célula que cometió los atentados y aclarar si tenía relación alguna (de colaboración) con el CNI. Esta nueva información reabre el debate sobre las medidas preventivas y los fallos en la detección de amenazas yihadistas en España.
La comisión continuará analizando los documentos para arrojar luz sobre los antecedentes de uno de los episodios más trágicos del terrorismo en el país.