El exdirigente político Íñigo Errejón compareció este jueves en los juzgados de Plaza de Castilla para declarar sobre las acusaciones de la actriz Elisa Mouliaá, quien sostiene que fue víctima de un delito sexual en 2021.
La jornada comenzó con una notable expectación mediática, marcada por la llegada de ambos implicados a los tribunales. La actriz acudió sobre las 10:45 de la mañana sin hacer declaraciones, mientras que Errejón, rodeado por una multitud de periodistas, se detuvo brevemente para ofrecer su perspectiva.
Las acusaciones
Según el testimonio de Elisa Mouliaá , Errejón la encerró en una habitación y la tocó sin su consentimiento, repitiendo comportamientos similares más tarde en su domicilio. La actriz ha manifestado que no denunció los hechos en su momento «por miedo, dado quién era».
«Vengo a defender mi inocencia»
En la breve intervención ante los medios, Errejón destacó tres puntos clave: «Este es un día muy esperado, especialmente para mí», afirmó en primer lugar. También subrayó su confianza en la actuación de la justicia y expresó su intención de ofrecer todas las explicaciones pertinentes exclusivamente ante el juez.
Tras la declaración, Errejón reiteró su tranquilidad: «Por fin he podido explicarme. Salgo contento y confiado en la justicia. Todo lo que tenía que decir lo he dicho dentro», concluyó.
Protocolo para evitar contacto entre ambas partes
El abogado de Mouliaá solicitó al tribunal que se implementara un protocolo para evitar cualquier contacto, visual o físico, entre la actriz y el exlíder político durante su estancia en los juzgados. Esta petición fue aceptada y ambas partes permanecieron en espacios separados en todo momento, mientras Mouliaá permaneció en la cuarta planta, Errejón esperó en la tercera.
La defensa de Mouliaá también pidió que el caso se reabriera tras un periodo de inactividad debido a que la abogada inicial de la actriz se dio de baja por embarazo. Con un nuevo letrado representándola, se estableció el 16 de enero como fecha para que ambas partes prestaran declaración.
Declaraciones de Íñigo Errejón
En su declaración, reconoció que hubo besos y tocamientos, pero insistió en que fueron “plenamente consentidos”. Además, negó que la actriz estuviera bajo los efectos del alcohol, como ella aseguró, y afirmó que existen testigos que respaldan su versión.
Errejón también desmintió que la puerta estuviera cerrada con pestillo durante el supuesto incidente, una de las acusaciones clave de la denunciante.
La versión de Elisa Mouliaá
Por su parte, la actriz declaró durante una hora ante el juez, visiblemente afectada, y reiteró que no hubo consentimiento en los hechos denunciados. Además, expresó dudas sobre si Errejón podría haberle echado alguna sustancia en la bebida aquella noche, lo que reforzaría su denuncia. Según su testimonio, el exportavoz la tocó en varias ocasiones a pesar de su negativa.
Mouliaá, que no hizo declaraciones al entrar en los juzgados, expresó a su salida que “ha sido muy duro revivir lo sucedido”. También indicó que, en el futuro, cuando se sienta más tranquila, hablará con más detalle sobre el caso.
Estrategias legales y pruebas
El abogado de la actriz anunció que en los próximos días se presentarán “bastantes pruebas” para respaldar la acusación. Por su parte, el juez deberá determinar si las pruebas existentes justifican investigar al político por un delito de abuso o agresión sexual, ya que los hechos ocurrieron antes de la entrada en vigor de la ley del ‘solo sí es sí’.
En caso de probarse la existencia de violencia o intimidación, Errejón podría enfrentarse a penas de entre dos y doce años de cárcel, dependiendo de si los hechos se consideran un delito único o múltiples delitos continuados.
Expectación mediática y medidas de seguridad
La jornada estuvo marcada por la gran expectación mediática. A su salida, el exdiputado reiteró que confía plenamente en la justicia y subrayó que todo lo que tenía que decir lo expuso ante el juez.
El caso sigue en fase de investigación y ha generado un intenso debate público. Mientras Errejón defiende su inocencia y asegura que la relación fue consentida, Mouliaá se mantiene firme en su acusación. La justicia tendrá la última palabra en un proceso que todavía puede dar giros inesperados.