La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y la portavoz de Vox en la Asamblea, Isabel Pérez Moñino, mantuvieron este miércoles una reunión en la Real Casa de Correos que, aunque transcurrió en un ambiente “cordial”, dejó en evidencia la profunda brecha que separa actualmente a ambas formaciones.
La cita, que cerró la ronda de contactos de Ayuso con los líderes parlamentarios antes del inicio del nuevo periodo de sesiones en la Cámara de Vallecas, se prolongó durante más de una hora y media y sirvió para que Vox oficializara un cambio de estrategia que marcará el resto de la legislatura: menos propuestas y más exigencias al Ejecutivo regional.
En un tono desafiante, Pérez Moñino anunció que su grupo parlamentario abandonará su papel constructivo para centrarse en “exigir, controlar y fiscalizar” al Gobierno de Ayuso, al que acusa de hacer uso “injusto” de su mayoría absoluta para “apoderarse” y “colonizar” todos y cada uno de los órganos de control institucional.
“La estrategia de la señora Ayuso solamente es una, que es destruir a Vox. Esa es su única obsesión. Y considero que es una obsesión enfermiza e irreal que solo alimenta su ambición nacional, pero que no trae absolutamente nada bueno a los madrileños”, proclamó la portavoz de Vox, quien asumió el liderazgo del grupo tras la marcha de Rocío Monasterio el pasado mes de octubre.
Las acusaciones de Vox: falta de transparencia y promesas incumplidas
Uno de los ejes centrales de las críticas de Vox fue la gestión de los organismos de control por parte del Ejecutivo autonómico. En este sentido, durante la rueda de prensa posterior a la reunión, Pérez Moñino acusó al Gobierno de Ayuso de “asaltar” la Cámara de Cuentas y el Consejo de Transparencia, además, de “destruir” el objeto fundamental de la Comisión de Vigilancia de las Contrataciones, eliminando así todos los “contrapesos de poder” en la región.
“De la señora Ayuso y del Partido Popular no hemos encontrado más que desprecio y uso abusivo de la mayoría absoluta para tumbar absolutamente todas nuestras iniciativas”, aseguró la portavoz, expresando su preocupación por el “control institucional” que ejerce el gobierno autonómico sobre organismos “esenciales para prevenir la corrupción que tanto ha afectado al Partido Popular durante sus cuarenta años de gobierno en esta comunidad”.
No obstante, más allá de la falta de transparencia, Pérez Moñino también cuestionó la coherencia ideológica del PP, dejando claro que “no va a permitir” que Ayuso siga utilizando el discurso de VOX mientras, en la práctica, “aplica políticas propias del PSOE”.
“Por tanto, desprecio, tanto plagio y un compadreo innoble con la corrupción del bipartidismo, le hemos comunicado que no vamos a jugar más a este juego. Nuestros planes ya los conocen, ahora queremos escuchar qué tiene el PP que ofrecer a los madrileños más allá de promesas vacías”, reclamó Pérez Moñino, manifestando su frustración por la falta de respuestas ante problemas clave como el acceso a la vivienda, la seguridad y la inmigración.
Asimismo, la líder de Vox en la Asamblea denunció un incremento de la criminalidad en barrios y municipios de la región y acusó al Gobierno autonómico de “potenciar” un “efecto llamada” que, a su juicio, “tensiona nuestros servicios públicos y destruye nuestra convivencia”. De esta manera, Pérez Moñino preguntó a Ayuso, en un tono especialmente firme, si “piensa seguir llenando” la Comunidad de Madrid “de peligrosos inadaptados”, obteniendo una respuesta que calificó como “decepcionante”.
La respuesta del Gobierno de Ayuso
Por su parte, desde la Comunidad de Madrid, el consejero de Presidencia y portavoz del Ejecutivo, Miguel Ángel García Martín, rechazó frontalmente las acusaciones de Vox y se mostró “sorprendido” por lo que calificó como una “apreciación equivocada” por parte de Pérez Moñino, asegurando que sus denuncias no se corresponden con la realidad institucional de la Comunidad.
“Lo que sí me ha preocupado es el profundo desconocimiento que se ve que tiene el Grupo Parlamentario. Me refiero, por ejemplo, a esa apuesta por la transparencia que, desde luego, este Gobierno viene defendiendo desde hace muchísimo tiempo”, subrayó García Martín tras el encuentro con Vox.
Bajo este contexto, el portavoz del Ejecutivo autonómico explicó que la Cámara de Cuentas “depende de la Asamblea y no del Gobierno regional” y que el Consejo de Transparencia trabaja con absoluta imparcialidad, ya que su personal eventual ha pasado de ser designado por los grupos políticos a estar compuesto exclusivamente por “funcionarios de carrera”.
Además, el consejero ha recordado que la Comisión de Vigilancia de las Contrataciones opera bajo “el mismo reglamento” desde hace años, y que “todos los contratos, incluso los menores, están publicados en el Portal de Transparencia” a disposición de todos los madrileños.
“Yo creo que cuando partes de atribuir competencias a quien no las tiene, pues la verdad que, lógicamente, el análisis que luego se realiza es totalmente equivocado”, aseguró García Martín, desmontando las acusaciones de opacidad lanzadas por Vox.
Sin embargo, más allá de las cuestiones institucionales, el portavoz del Ejecutivo también arremetió contra la estrategia parlamentaria de Vox, acusando a la formación de Santiago Abascal de votar de manera sistemática junto a la izquierda en la Asamblea de Madrid. “¡Hasta 34 veces han votado con Más Madrid y PSOE!”, exclamó el consejero, subrayando la contradicción entre el discurso de Vox y su comportamiento en la Cámara.
Se trata, por tanto, de una serie de declaraciones que confirman la fractura entre el PP de Ayuso y quienes, hasta no hace mucho, fueron sus aliados más próximos, dando inicio a una nueva dinámica de confrontación abierta que, aunque no impide que los populares sigan gobernando con su mayoría absoluta, desde luego anticipa una legislatura más tensa con un grupo parlamentario más dispuesto a desafiar al Ejecutivo madrileño en cada iniciativa.