El Tribunal Supremo ha confirmado la condena de cinco años y tres meses de cárcel que la Audiencia Provincial de Madrid impuso a Jaime Giménez Arbe, conocido como 'El Solitario', por atracar una sucursal bancaria situada en la calle Canillas de Madrid el 7 de febrero de 2007.
La Sala de lo Penal ha desestimado el recurso que interpuso 'El Solitario' contra la sentencia dictada el pasado marzo que le consideraba culpable de un delito de robo con intimidación y otro continuado de falsedad de documento oficial, y le absolvía del delito de depósito de armas de guerra y municiones por haber sido ya condenado por este hecho con anterioridad.
'El Solitario', que durante el juicio se declaró como un «expropiador» de bancos, argumentó que los trabajadores de la sucursal no reconocieron al atracador y que el informe pericial sobre el estudio fisonómico no era «mínimamente riguroso». Las cámaras de seguridad grabaron a un hombre con barba y perilla postizas, gafas y gorra.
Los magistrados responden que ha quedado «plenamente acreditada» su autoría a través de declaraciones policiales, de la empleada del banco, informes sobre su fisonomía y los registros llevados a cabo en su domicilio, donde encontraron pelucas, barbas, perillas, muletas y gorras.
La sentencia, con ponencia de Andrés Palomo, remarca que la parte del rostro no cubierta, la envergadura del sujeto fotografiado en la cámara de seguridad y el testimonio de la empleada del banco sobre su color de ojos y apariencia de edad coinciden con el inculpado.
Obtuvo un botín de 16.510 euros
Los magistrados han considerado probado que el 'El Solitario', disfrazado para evitar su identificación con una perilla y un bigote, unas gafas de pasta, una gorra boina de color gris oscuro y un abrigo de tres cuartos, «entró en la sucursal del banco y tras dirigirse directamente a la caja y exhibir una pistola de color oscuro, intimidó a los empleados y obtuvo un botín de 16.510 euros». Pese al empeño por ocultar su identidad, los jueces consideran suficientemente acreditado que Jaime Jiménez Arbe fue el autor del atraco.
«La complexión física y aspecto, el uso de los mismos disfraces y armas, la actuación en solitario, la coincidente franja horaria en la que cometía los delitos y el hecho de que llevara las palmas de las manos cubiertas con esparadrapo para evitar la obtención de huellas dactilares conducen a esa conclusión», señalan los magistrados.
Según la sentencia, el día 7 de febrero de 2007, sobre las 13.53 horas, el acusado accedió a una sucursal del Banco Popular en Madrid y, dirigiéndose a la zona de la caja, sacó de entre sus ropas una pistola, cuyas características se desconocen, y amenazó a los trabajadores con ella.
A continuación, introdujo el dinero que había en la caja en una bolsa, un total de 16.510 euros, y salió rápidamente del local. El Solitario llevaba puesto un bigote y perilla postiza de color negro, gorra de color beige, gafas de pasta, chaquetón tipo tres cuartos de color verde oscuro y una muleta, una indumentaria cuyo objetivo era el de ocultar su identidad.
El Solitario, que ha participado en numerosos robos desde 1993, fue detenido en la localidad portuguesa de Figueiras da Foz, el 23 de julio de 2007 por la comisión de otro asalto a otro banco. Los efectivos policiales, tras la pertinente autorización judicial, entraron en el domicilio del procesado en la madrileña localidad de Las Rozas así como en una nave que tenía a su nombre en Pinto (Madrid).