El secretario general del PSM, Tomás Gómez, ha manifestado este martes que la detención del alcalde de Parla, José María Fraile, le ha provocado un «shock de impacto y sentimiento de desolación», y ha agregado que le queda la «esperanza» de que «las manos de Fraile no estén manchadas» por este asunto.
Así se ha manifestado Gómez en una rueda de prensa en la Asamblea de Madrid tras la Junta de Portavoces, donde se ha dicho, visiblemente emocionado, con la voz entrecortada, que conoce a Fraile y a su familia desde hace muchísimo tiempo, por lo que se siente como si le hubieran dicho que han detenido a un «hermano por un delito». De hecho, su sucesor en la Alcaldía y él son amigos desde la infancia.
Por otro lado, ha precisado que la detención de Fraile se produjo a la una de la pasada madrugada y que la única información que tienen al respecto es la que ha aparecido en los medios de comunicación, que la detención está relacionada con un contrato con la empresa Cofely realizado en 2013.
«Exclusivamente con esa información ya ayer tanto la dirección federal como regional informamos públicamente que tomamos la decisión de suspender de militancia en el PSOE a José María Fraile, y el PSM le exigió su renuncia al cargo de alcalde de la ciudad«, ha señalado Gómez, quien ha subrayado que «en menos de 24 horas la contundencia ha sido absoluta».
En este sentido, ha asegurado que «la tolerancia con cualquier atisbo de corrupción es cero y la contundencia máxima desde el minuto cero».
Respecto a la dimisión, ha dicho que, aunque no ha tenido ningún contacto con Fraile, no tiene «ninguna duda de que en los próximos días habrá un nuevo alcalde en la ciudad de Parla».
Así, ha afirmado que en lo que respecta a la responsabilidad política los socialistas han hecho lo que tenían que hacer, y en lo personal ha dicho que tiene la «esperanza de que todo pueda ser explicado».
En cuanto a su relación personal con Fraile, tras constatar que «no es lo más importante en este momento», ha apuntado que «las personas pueden cambiar», así como que tanto él como su familia entenderán que la política y las instituciones están «por encima» de las personas.