La alcaldesa de Madrid, Ana Botella, ha detallado este martes en el Pleno ordinario que la EMVS ha adjudicado 329 de las 400 viviendas de la red solidaria –destinadas, entre otras cuestiones, a aquellos que han pasado por un desahucio–, para añadir que también hay quien rechaza las ayudas municipales, como el caso de la anciana que se decantó por el ofrecimiento del Rayo Vallecano.
«A nadie le ha faltado el ofrecimiento de una vivienda solidaria de la EMVS», ha lanzado la primera edil, que ha confesado que tanto ella como a su equipo «sienten mucho los desahucios». Esto le ha llevado a puntualizar que nunca se inicia un procedimiento judicial en los pisos de la empresa pública «por motivos económicos sino cuando hay una ilegalidad o conflictividad vecinal».
A eso ha sumado que los afectados cuentan con el respaldo de los trabajadores sociales de los 21 distritos y que es «un juez el que dicta sentencia». También ha recordado que hace dos años se comprometió a crear un fondo de viviendas para aquellos que pasaran por un desahucio dictado por un juez. Está formado por 400 viviendas, conveniadas con Cáritas, de las que ya se han adjudicado 329. Las rentas van desde 2 euros por metro cuadrado hasta un máximo de 600 euros.
El portavoz de IU, Ángel Pérez, ha defendido que la vivienda es «un derecho que no debería someterse ni a los mercados ni a las fluctuaciones políticas». «Nos oponemos al abandono político con la venta de patrimonio municipal a fondos privados, que miran por su beneficio privado, que es legal en una economía de mercado pero no tiene nada que ver con el beneficio social de las instituciones públicas». Además ha criticado los 128 millones de euros «por debajo del precio de mercado» en las 1.860 viviendas vendidas.