sábado, noviembre 23, 2024
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Aguirre rechaza la sede de Cibeles en la que Gallardón gastó 500 millones

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Esperanza Aguirre sólo tiene una cosa en la cabeza: ganar las próximas elecciones y convertirse en la nueva alcaldesa de Madrid. Esta obsesión ya le ha llevado a protagonizar su primer enfrentamiento con Rajoy –a cuenta de la presidencia del PP de Madrid– y a arremeter contra la gestión que su archienemigo Alberto Ruiz Gallardón hizo en el Ayuntamiento madrileño. Según ha anunciado la flamante candidata del PP al consistorio de la capital, una de las primeras decisiones que tomará si gana las elecciones del 24 de mayo es cambiar la sede del Gobierno municipal. Aguirre asegura que su despacho estará en la Casa de Cisneros, en la plaza de la Villa, «donde ha estado el Ayuntamiento toda la vida», y que no «pisará» el Palacio de Cibeles, uno de los proyectos estrella de Gallardón, y cuya rehabilitación costó a los madrileños más de 500 millones de euros. «El Ayuntamiento tiene que ser modesto y humilde», ha insistido la candidata 'popular', ya en 'modo elecciones'.

Una crítica que en absoluto es nueva. En 2010, cuando aún era presidenta de la Comunidad de Madrid, ya calificó este proyecto de «obrón» y advirtió: «en las oficinas públicas tiene que imperar la austeridad. Creo que estamos obligados a que sean el reflejo de cómo administramos el dinero de los contribuyentes». De hecho, la oposición lleva años denunciando el elevado coste de un traslado que supuso un desembolso de 400 millones de euros en cesiones de inmuebles y alrededor de 120 millones en obras de rehabilitación del antiguo palacio de Correos, trabajos que finalmente costaron el doble de su presupuesto inicial. Así que con este anuncio mata dos pájaros de un tiro: primero, dar la estocada final a uno de sus mayores rivales en el PP. Y segundo, volver a exhibir músculo ante su partido. Es evidente que fue el Partido Popular el que autorizó y estuvo de acuerdo con esa obra, pero a ella le da igual.

En una entrevista concedida a Telecinco, la presidenta del PP de Madrid ha explicado que hará «unas consultas» a los ciudadanos para que decidan qué va a pasar con el Palacio de Cibeles, pero que esta decisión la toma principalmente por «razones de ahorro» y simplemente «por lo que cuesta la calefacción». «No tiene sentido», ha asegurado, destacando que es necesario tener una institución que se «acerque a los ciudadanos». «Haremos lo que diga la ciudadanía, con modestia y humildad», ha insistido. «Por qué tener el edificio más importante de Madrid cuando tenemos la Casa de la Villa que, por razones históricas y de ahorro, está muy bien, y además, en el centro de Madrid», ha zanjado Aguirre.

Aunque ésta no es la única enmienda a la gestión de Gallardón y su 'heredera', Ana Botella. En cuanto a los impuestos, ha asegurado que todos los que se hayan subido, ella los bajará, y que también simplificará el organigrama del ayuntamiento, haciéndolo más «sencillo». «Los organismos públicos tenemos que hacer lo mismo que las empresas», ha asegurado. Tampoco tiene la «intención» de aspirar a las Juegos Olímpicos aunque ha destacado que Madrid es la única «gran capital» que no ha sido sede de un evento deportivo de esa magnitud, y ha asegurado que mantendrá a los agentes de movilidad, «que son personas que están al servicio de la ciudadanía». «Evidentemente van a seguir y van a facilitar la circulación, que para eso están», ha manifestado, después de que hace un año protagonizara un episodio con este cuerpo municipal tras ser multada por aparcar en el carril bus de la Gran Vía para sacar dinero de un cajero.

Tampoco tiene ningún problema en contradecir a la dirección de su partido. Una actitud desafiante que este lunes también le ha llevado a no descartar determinados pactos con Podemos, a quien ha identificado con ETA y regímenes autoritarios en más de una ocasion, y pese a que la consigna de su formación es que «el PP es la única formación» que no pactaría con los de Pablo Iglesias. Es más, Aguirre ha puesto como ejemplo que si Podemos propone plantar 5.000 árboles más en la ciudad, ella lo secundaría. «Si son susceptibles de gustar a los ciudadanos y está en mi programa, por supuesto que pactaré», ha asegurado. En este punto, también ha añadido que podría pactar con Ciudadanos, con el PSOE o con cualquiera. «En los ayuntamientos hay que hacer pactos y llegar a acuerdos sobre muchísimas cosas», ha subrayado, al tiempo que ha insistido en que se pueden llegar a acuerdos «con todos los partidos». «Y ya no le digo con los que están en el espectro más cercano al PP, como Ciudadanos, UPyD o Vox», ha insistido.

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