sábado, noviembre 23, 2024
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Tomás Gómez solicita que se devuelva el control del PSM al Comité Regional

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El exsecretario general del PSM, Tomás Gómez ha reprochado este lunes al secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, que le haya usado para reforzar su liderazgo en el partido, con la disolución de los órganos de dirección del PSM, y ha pedido que devuelva su federación al Comité regional, desaprobando el papel de la gestora presidida por Rafael Simancas.

Después de que haya pasado mes y medio desde que Tomás Gómez fuera apartado del partido en Madrid, el socialista ha podido intervenir en la reunión de la Ejecutiva Federal del PSOE, celebrada este lunes en Ferraz, donode ha hablado de la decisión «grave» tomada por Pedro Sánchez al disolver los órganos de control y de dirección. Para Gómez, esa decisión supone «desposeer de sus derechos políticos a 15.000 compañeros» y aunque ha reconocido que es «duro» para los integrantes de la Ejecutiva tener que entrar en este tema, también lo es para él.

Así, ha empezado señalando que hay quien entiende, «de manera equivocada», a su juicio, «la militancia como una forma de milicia, pero ni siquiera en el Ejército cabe la arbitrariedad, ni el capricho, ni el abuso de autoridad». «Entre la disciplina y la sumisión hay una frontera clara para cualquier socialista, y esa frontera tiene que ver con la lealtad de todos a las mismas normas», ha apuntado.

Por eso, «el argumento de la obediencia debida a los superiores, como refugio para liberarse de la responsabilidad de uno, no es aceptable», y menos entre ellos, ha señalado Gómez, que entiende que la decisión en Madrid merece una «reflexión serena y rigurosa no sólo de la Ejecutiva Federal «como órgano colegiado», sino de cada uno de sus integrantes en su «conciencia individual».

Y es que Tomás Gómez ha recordado que la decisión de disolver los órganos de dirección del PSM «afecta a miles de compañeros» y a sus valores, y esos compañeros son ciudadanos que no entraron en el «partido para renunciar a sus derechos políticos, sino para ejercerlos más plenamente».

«Esos ciudadanos decidieron libremente usar el cauce que establece la Constitución para participar en política, un cauce que no puede ser cegado salvo por razones y procedimientos legales», ha apuntado Gómez, quien ha dicho que si el partido no es «escrupuloso» en la protección de los derechos de los compañeros, cómo alguien va a creer «que lo va a ser en la defensa de los derechos de quienes no conocen«. «¿Seremos fuertes frente a las arbitrariedades fuera si las consentimos dentro?», se ha preguntado.

En este punto, se ha referido al expresidente Felipe González, cuando dijo que eran socialistas antes que marxistas. «Ninguno de nosotros diría que somos socialistas antes que demócratas. Ninguno diría que el socialismo está por encima de los mecanismos de la democracia, de las normas y los procedimientos que garantizan los derechos y la dignidad de las personas», ha defendido.

«Nunca cogeríamos ese atajo al socialismo, porque el socialismo que vulnera la democracia no es nuestro socialismo. No solo está en juego nuestra imagen, sino lo que es más importante, nuestra identidad y nuestra conciencia moral», ha apostillado.

La imagen de partido democrático, en peligro

En esta línea, ha recordado que algunos sostienen que el secretario general ha conseguido, con su acción, «ganar la imagen de un líder fuerte» y que lo celebran, pero se ha preguntado por «cuál es el precio» que pagan «todos por esa imagen». «No ya los que han sido víctimas inocentes de ese juego de imágenes, sino toda la organización», ha subrayado.

«¿No hemos perdido la imagen del partido más democrático a cambio de ganar la imagen de una organización en la que el líder, de un papirotazo, puede tumbar decisiones y órganos democráticamente constituidos?», se ha preguntado Gómez, quien también se ha cuestionado si también «ayuda a mitigar esa imagen que tarde cuarenta días en reunir a esta ejecutiva después de haber llevado a cabo su decisión».

Según Gómez, son los órganos del partido «los únicos que pueden refrendar la decisión del secretario general» y la sustitución de los órganos «democráticos elegidos por todos por una gestora decidida por él, también es una decisión que merecía una explicación y un debate«.

Sobre todo, porque, ha dicho, esa gestora «está tomando decisiones que condicionan el destino» de su federación «por un periodo mucho más amplio que el del mandato que tiene encomendado». «¿No debería buscar la gestora el máximo respaldo democrático en sus decisiones? ¿No sería lógico que la gestora rinda cuentas de sus decisiones ante los seiscientos miembros del Comité Regional?», entiende.

«El secretario general sostiene que yo no soy idóneo. No voy a defenderme. Renuncié a la candidatura. ¿Pero es que tampoco son idóneos los seiscientos del Comité Regional a los ojos del secretario general? ¿Considera que son más idóneos los compañeros y compañeras que él ha puesto en la gestora? ¿Tan idóneos que no necesitan el control del Comité Regional?», se ha preguntado.

Proteger del comportamiento sectario

Para Gómez, la ejecutiva «no puede tomar ese atajo» y debe devolver su funcionamiento al Comité Regional «para que como en cualquier otra federación apruebe las listas» porque «no hay mejor garantía contra el sectarismo que una listas que se aprueban por amplia mayoría de un órgano tan amplio como el comité regional».

Y Tomás Gómez entiende que la Ejecutiva «debe proteger a los 15.000 miembros de la federación «de la posibilidad de un comportamiento sectario».

En cuanto a las «formas» de su asunto, Gómez se ha preguntado qué «es la democracia sino las formas» y ha resaltado que en democracia «las formas dan el ser a las cosas», por lo que «todo este proceso ofende» su «cultura democrática».

Gómez ha asegurado que no se va a defender de «falsas acusaciones» pero sí que ha señalado que «uno puede entender que lo hieran con una campaña negativa» por parte de la «derecha judicial y mediática» pero no «que venga su secretario general a rematarlo». «No me voy a defender, solo mi honor, porque es también el de mi familia», ha insistido.

«Yo no os pido un acto de fe, os pido un acto de justicia. Os hablo de la necesidad de devolver la capacidad de decidir a los compañeros y las compañeras de mi federación, y que el comité regional sea restituido en sus funciones«, ha concluido, defendiendo las «formas» sin necesidad de encuestas, informes y autos judiciales.

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