Lucía Figar se retira de la primera línea política. Después de gestionar durante ocho años la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid, la consejera abandonará los cargos de representación institucional al término de esta legislatura, aunque seguirá manteniendo la condición de militante del PP. Así lo ha confirmado este viernes el diario ABC, que asegura que lo hace por «motivos personales». Figar deja atrás veinte años de carrera política, los últimos tiempos marcada por la polémica y los recortes.
La controversia más sonada de los últimos meses fue la del cheque guardería que recibió una de sus hijas. La oposición denunció su doble «inmoralidad» por disfrutar de un cheque guardería de 1.100 euros, cuando la renta de su familia supera los 125.000. El PSM aseguró que fue la propia Figar la que firmó la concesión de esa ayuda para que su hija asistiese al comedor de un colegio privado del centro de Madrid. Los más críticos recordaron que la consejera está casada con Carlos Aragonés, diputado del PP en el Congreso y que entre ambos superan los 125.000 euros anuales; denunciaron también que cerca de 20.000 familias no tienen acceso a esta ayuda.
La siguiente tuvo lugar el pasado mes de diciembre. Tal y como informó el diario El Mundo, la Fiscalía pidió investigar a Figar por presunta prevaricación. «El Ministerio Fiscal informa en el sentido de considerar que la Sala de lo Civil y Penal -del Tribunal Superior de Justicia de Madrid- es competente para conocer los hechos denunciados en atención a la condición de aforada de la Sra. Figar de Lacalle, entendiendo que procede la admisión de la querella formulada por el Sr. Perelló Oliver», asegura el documento. Un docente de la Universdad Rey Juan Carlos interpuso una querella contra Figar por un presunto delito de prevaricación al dar forma legal a la supresión de cinco titulaciones del centro, sin supuestamente, seguir los trámite legales obligatorios.
Gestión marcada por los recortes
La comunidad educativa ha denunciado en numerosas ocasiones los «continuos recortes» y «ataques» a la educación pública que han manifestado a través de numerosas huelgas y manifestaciones. En concreto, los puntos negros de la gestión de Figar se centran en los recortes en Educación Infantil, Formación Profesional, la degradación del empleo público y las becas.
Respecto a la educación infantil, hace apenas cinco años existía una demanda de 30.000 peticiones para la educación infantil pública, ahora sobra una media del 15% de las plazas. Sobre la Formación Profesional, los defensores de la educación pública creen que e nuevo modelo impuesto por la consejería es un sistema “lowcost” que busca prescindir de la mitad del profesorado que se necesitaría en los ciclos ordinarios. Por otro lado, la Comunidad de Madrid ha perdido ya cerca de 10.000 profesores en los últimos tres años. Solo en 2011 un total de 3.200 interinos perdieron su empleo por los recortes llevados a cabo por el Gobierno regional. Por último, las becas de comedor también han sufrido una bajada importante: desde el año 2011 un total de 70.000 niños madrileños perdieron su beca para el comedor. El número de alumnos que recibía la beca ha pasado de 120.000 a 50.000 en los últimos dos años, es decir, una bajada del 58,3%.
Trayectoria
Figar (Madrid, 1975) es consejera de Educación y Empleo de la Comunidad de Madrid desde junio de 2007 y miembro de la Junta Directiva Nacional del Partido Popular. Además de su condición de consejera autonómica, es secretaria de Comunicación y portavoz del PP de Madrid.
Licenciada en Ciencias Económicas y Empresariales por el CUNEF de la Universidad Complutense de Madrid, ha sido asesora del Gabinete de la Presidencia del Gobierno (1998-1999), jefa de gabinete del secretario de Estado de Organización Territorial (2000-2003) y secretaria general de Asuntos Sociales (2003-2004).
Fue jefa de la asesoría del grupo parlamentario popular en el Congreso de los Diputados (2004-2005) e inició su trayectoria en la Comunidad de Madrid como consejera de Inmigración, cargo que ocupó entre 2005 y 2007.